Tiene un punto de cachondeo que cuando la mayoría de los ciudadanos de este país que apenas hemos asomado la nariz al estado del bienestar, que muchos ni siquiera tenemos hipoteca o algún crédito y los tienen es dentro de lo que se podría considerar razonable y por tanto asumible, nos tengamos ahora hacerse cargo del coste de salvar bancos, cajas y empresas en quiebra o casi. Si tiene que caer algún banco que lo dejen caer, no podemos salvar a todos y menos si ha sido por su mala cabeza. Los ciudadanos no podemos asumir el obsceno derroche que se ha producido en este país, ni tampoco las jubilaciones millonarias que se han llevado los mal gestores de las entidades financieras que encima de dejarlas rozando o cayendo por el precipicio se van de 'rositas' y con la vida asegurada, o lo que es peor, recolocados en otras empresas. Quizás sería llegada la hora de cerrarnos en banda y empezar a pedir cuentas y responsabilidades a quienes si han vivido en el Estado del bienestar y se lo han cargado. y ahora acuden a nosotros y quieren o exigen cínicamente que les ayudemos a pagar sus cuantiosas pérdidas. Leía esta mañana que Fomento aún debe dinero a los expropiados por La autovía de Lleida a la Valld'Aran, la que no lleva a ninguna parte.
Está bien, pero queda un poco folclórico el #yonoquieropagar de las autopistas, no deja de ser una cuestión colateral, el chocolate del loro con el panorama que tenemos sobre nosotros. Quizás lo deberíamos ampliar al #yonoquieropagarnada, entendiendo como nada los despilfarros de Bancos, Cajas, administraciones corruptas, Constructoras, AVE'S, aeropuertos o autovías fantasmas. Quizás se llegada la hora de dar un puñetazo global sobre la mesa y decir ... ¡BASTA!