. . . No vale para nada -

La frase: la juventud de hoy en día no vale para nada, la habréis oído en más de una ocasión, o incluso lo habréis empleado, y de hecho no es demasiado cierta (para no decir nada) si acaso es más adelante cuando ya no son jóvenes que se demuestra que no valen para nada, o sea cuando ya han sido viciados por el sistema. 


Esta frase no es nueva, a mi abuelo Luis ya se la había oído decir, y a mi padre y a otros. Yo no lo he utilizado nunca ni lo pienso hacer, porque no es cierta, supongo que lo que más molesta a los mayores de la juventud es precisamente eso, su exultante juventud y la envidia de un pasado perdido y a menudo derrochado. Si al menos hubiera algo de positivista en esta exclamación, pero no le encontrareis: La juventud es un desastre, sólo piensan en divertirse, no les gusta agachar la espalda y sólo quieren gastar, no tienen ningún sentido de la responsabilidad, etc. 



Hombre si todo esto lo tuvieran, además de aburridos es que ya estarían técnicamente muertos como individuos y a esto se va llegando poco a poco en un proceso de embrutecimiento que se llama madurez.

Se les pide experiencia por parte de los mayores, esto quiere decir que les piden una reiterada acumulación de errores acumulados con el paso de los años. También se les pide sentido de la responsabilidad. No se es serio cuando se tienen diecisiete año ya lo decia Rimbaud, y como decía antes, malo si así fuera.

Decía una persona ya fallecida Josep Maria Germà i Ferrer que la gente, el concepto de jubilación en vez de cobrar a partir de los sesenta y cinco años, se deberia hacer un cálculo promedio de lo que deberían percibir gratuitamente, más o menos desde los 18 hasta los 30 sin trabajar y disfrutar así plenamente de la juventud, y a partir de los treinta trabajar hasta la hora de morir, pués cobrar la pensión ya de viejo y con carencias era un mal negocio. Decía también El Sr. Germà y en esto estaría plenamente de acuerdo con él, que el cuerpo humano era un lastre pesado que algún día cuando seamos lo suficientemente avanzados como especie nos desharemos de él y seremos sólo energía en estado puro y podríamos viajar a través del espacio tiempo y adoptar la forma que quisiéramos (hablaba de ello ayer). Seguro que a pesar de este cambio, alguna energía adulta diría que la juventud de hoy en día no vale para nada. Y es que los genes son los genes, con cuerpo o sin él.