La parte de los crímenes de 2.666 de Bolaño la vaig llegir a l'hospital en l'agonia de la sogra, i em va copsar la fredor terriblement asèptica com narrava Bolaño els feminicidis de Santa Teresa (Ciudad Juárez). Volia fer un analisi d'aquest capítol, però no ha fet falta, subscric fil per randa aquest que he tret d'aquí. No he volgut ni traduir-ho ni tocar una coma, tal qual el va comentar al seu dia el lament de portnoy....
Segueix la violència a Mèxic, una violència gairebé irracional, que ha culminat amb l'assassinat de 43 estudiants a Iguala, Guerrero, al sud de Mèxic.
Segueix la violència a Mèxic, una violència gairebé irracional, que ha culminat amb l'assassinat de 43 estudiants a Iguala, Guerrero, al sud de Mèxic.
La parte de los crímenes....
".....El último caso del año 1997 fue bastante similar al penúltimo, sólo que en lugar de encontrar la bolsa con el cadáver en el extremo oeste de la ciudad, la bolsa fue encontrada en el extremo este, en la carretera de terracería que corre, digamos, paralela a la línea fronteriza y que luego se bifurca y se pierde al llegar a las primeras montañas y a los primeros desfiladeros. La víctima, según los forenses, llevaba mucho tiempo muerta. De edad aproximada a los dieciocho años, medía entre metro cincuentaiocho y metro sesenta. El cuerpo estaba desnudo, pero en el interior de la bolsa se encontraron un par de zapatos de tacón alto, de cuero, de buena calidad, por lo que se pensó que podía tratarse de una puta. También se encontraron unas bragas blancas, de tipo tanga. Tanto este caso como el anterior fueron cerrados al cabo de tres días de investigaciones más bien desganadas. Las navidades en Santa Teresa se celebraron de la forma usual. Se hicieron posadas, se rompieron piñatas, se bebió tequila y cerveza. Hasta en las calles más humildes se oía a la gente reír. Algunas de estas calles eran totalmente oscuras, similares a agujeros negros, y las risas que salían de no se sabe dónde eran la única señal, la única información que tenían los vecinos y los extraños para no perderse."
Así termina La parte de los crímenes en 2666 de Roberto Bolaño, diluyendo todo el horror en la cotidaneidad de la vida. En el anterior post, deliberadamente descontextualizada, se encuentra la lista de mujeres asesinadas que aparecen en la novela de Bolaño. Los que buscamos fantasmas no los encontraremos. Los que buscamos literatura, tampoco. Bolaño utiliza en este texto una realidad tan contundente que acaba por entorpecer nuestros sentidos de lectores. ¿Debemos, mientras leemos La parte de los crímenes, centrarnos en los asesinatos (realidad), o en las historias (literatura) que se desarrollan alrededor de estos? ¿Hay por parte de Bolaño una búsqueda intencionada de cansar, por acumulación, al lector, de aturdirlo con una realidad a la que no podemos enfrentarnos? Es esa crueldad inhumana, oculta, irresoluble e imparable uno de los motivos de la obra de Bolaño. En La parte de los crímenes escoge una curiosa forma de mostrárnosla, apelando a nuestra memoria, a lo fácil que olvidamos y a lo necesario que es no hacerlo. Recordemos.
L'has alabat tant, que la setmana passada la vaig anat a buscar a la biblioteca.
ResponEliminaQuan l'acabi (calculo que a finals de juliol) ja et diré què m'ha semblat.
ai, ai, ai i ai! que Bolaño o es devora o s'abandona, si t'agrada llegeix a continuació "los detectives salvajes"
ResponEliminaBolaño (del qual ja veig que parles sovint) és un autor que se'm fa feixuc, però que també penso que he de tornar a provar. A veure. Tal com el pintes aquí, crec que em vaig equivocar deixant-lo.
ResponEliminadesprés de llegir Bolaño si hi entres i et deixes absorvir per la seva narrativa, el problema és que la resta de literatura ja no t'interessa. He sentit veus de Thomas Pynchon, hauré de provar-ho, des que vaig acabar 2.666 no he llegit res.
ResponElimina