Un article interessant de Marcos Roitman, publicat tot just fa un any, potser no diu res que no sabéssim o poguéssim intuir, però que cal llegir-lo i tenir-lo en compte per saber realment a qui ens enfrontem, a qui hem de témer i qui és el nostre enemic. 

A vegades penso que vivim en un etern día de la  marmota.


- LA PLUTOCRACIA -

"En España no se puede escribir contra la plutocracia. No existe libertad de prensa ni libertad de expresión. Primero la autocensura juega ese papel fiscalizador de mordaza, miedo y cobardía. Mejor no hablar de ellos, ni mencionarlos ni atacarlos. Si algún medio de prensa lo hace, mejor valore sus consecuencias. Se acabaron los ingresos por publicidad. Y si se trata de una publicación impresa, de la noche a la mañana podrán surgir problemas en la distribución, costos de papel, y si la cosa es grave habrá presiones para cerrar el medio en cuestión. En definitiva, evite los conflictos y manténgase alejado de la crítica al poder real. Hable de fútbol, corrupción, narcotraficantes, inmigración ilegal, inauguraciones de hospitales, viajes oficiales, escándalos de faldas, guerras, tráfico de armas, etcétera. Es decir, del poder formal. No hay problemas, siempre y cuando no despierte a la bestia.

Si la autocensura no funciona, y nos encontramos con un artículo peligroso, el consejo de redacción debe actuar de filtro, para ese efecto están los corre, ve y dile. Informan y pasan el dato. Si eso no es suficiente, habrá que llamar al director y evitar que se publique. Y si tampoco funciona, se intimida con acudir a los tribunales y exigir daños y perjuicios. Todo un conjunto de triquiñuelas para lograr convencer al osado colaborador de no publicar su crítica. Por ello, agradezco a La Jornada su edición, símbolo de libertad de la libertad de prensa y compromiso con la verdad. En España ese artículo fue censurado en periódicos y medios digitales.



Eso sí, sea usted un fiel servidor de los intereses plutocráticos de caciques y se verá recompensado. Reconózcalos como padres de la patria, artífices de los cambios democráticos y la regeneración política, enaltezca sus valores y transfórmelos en mecenas con vocación de servicio público. A cambio obtendrá una recompensa económica nada desdeñable. El poder sabrá reconocer sus méritos.

Su carrera profesional irá en ascenso, no tendrá obstáculos, y si los hubiese, ellos se encargarán de eliminarlos. Está en nómina, es su empleado. Le darán órdenes y cuando consideren cumplida su función, lo tirarán a la cuneta, otro ocupará su lugar. Su dignidad habrá perecido en el camino, aunque en su haber podrá contarles a sus amigos que ha cenado, conocido secretos de alcoba y algún chascarrillo de la plutocracia. En su nómina hay gentes del arte y la cultura, científicos, deportistas y ex presidentes latinoamericanos.

Marcos Roitman - LA ALARGADA SOMBRA DE LA PLUTOCRACIA