La mort a Itàlia d'un jove negre assassinat a cops per quatre joves blancs, ja amb antecedents penals de violència i amb idees d'ultradreta, ha commocionat el país, Willy Monteiro Duarte, un jove de 21 anys nascut a Roma de pares originaris de Cap verd, va morir a la nit entre el 5 i el 6 de setembre, a Colleferro, prop de Roma, després de rebre una pallissa per la qual han estat detinguts altres quatre nois d'entre 22 i 26 anys. Els detinguts són dos germans, Marc i Gabriele Bianchi, i Mario Pincarelli i Francesco Belleggia i se'ls acusa d'homicidi dolós agreujat amb motius fútils, mentre que els investigadors han descartat la causa del racisme en l'assassinat. Segons els diaris, l'assassinat va tenir lloc a la matinada de diumenge a la part posterior d'un edifici no lluny d'una caserna de carrabiners, des d'on una càmera filmaria parcialment l'escena.
Willy Monteiro Duarte
Monteiro Duarte tornava a casa amb altres amics i presumptament va presenciar la baralla en què un grup de persones, la composició no està clara, hauria apuntat a un nen que ell coneixia. Segons les primeres reconstruccions, Monteiro Duarte s'hauria acostat per calmar la baralla, però va ser agredit i un cop de peu li va arribar directament al capdavant, encara que la causa de la mort encara no s'ha confirmat mitjançant autòpsia.
El pare d'un altre dels nois que va escapar de l'atac va explicar que acabaven de sortir d'un local quan van notar que hi havia una baralla i es van acostar per calmar els ànims. Potser no sigui un crim racista, però és un crim feixista per elements de l'extrema dreta aquesta que tant li agrada atiar a Salvini I que ara, el molt hipòcrita afirma que Willy era "un noi d'or" i ha demanat "penes exemplars per als agressors" .
Aquest tipus d'actes anirà a més, no és un problema de racisme en aquest cas, d'acord, és la violència per la violència que s'està enquistant cada vegada més en la societat Europea, que sembla que només heretem dels Estats Units els mals costums.
Monteiro Duarte no era un immigrant, era nascut a Roma, o sigui un ciutadà italià de ple dret.
A Monteiro Duarte el que el va matar va ser una societat malalta, una societat decadent que no té futur i que malauradament anirà a més en el seu descens als inferns. Que ens envaeixin els barbars ja!
Que ens envaeixin els barbars ja!"
ResponEliminaPero...FRANCESC..¿ no te das cuenta de que ya nos han invadido?
Salut
Doncs si, encara que em costi acceptar-ho.
ResponEliminaSí, para mí aquí también subyace el racismo, aunque solapado. Muchas personas tienen prejuicios raciales innatos y sin darse cuenta generan discursos con verdades incómodas que ponen de manifiesto su falta de empatía hacia otras razas. ¿Qué culpa tengo yo si nací blanco?
ResponEliminaEn base a mi experiencia personal, no hay nadie en Europa menos racista que los expatriados.
no hay nadie en Europa menos racista que los expatriados. Asi es, y no deberia ser, pero los inmigrantes primeros son racistas con los que vienen después.
ResponEliminaPretendía diferenciar la condición de expatriado de la de inmigrante. Por lo que veo no lo he sabido hacer.
ResponEliminaUn expatriado es una persona que, de forma temporal o permanente, reside en un país, aleshores entonces que mas da lo mismo que lo mismo da.
ResponEliminaNo, no da lo mismo. Depende de la intención de quien escribe y del contexto.
Eliminano lo acabo de entender, francamente y tal como yo lo veo, el peor enemigo del inmigrante es el inmigrante anterior.
EliminaVerás por qué te lo digo. La añoranza al país natal perdido (voluntariamente o no), genera empatía entre individuos. Es un acicate contra el racismo. Muchos expatriados que conozco (algunos de ellos, amigos), no son racistas y carecen de prejuicios en ese sentido. No me estoy refiriendo ahora a los inmigrantes del tercer mundo, pero con alguna variante podría hecerlo extensivo. Esa ausencia de hostilidad por motivo de raza también existe. Yo lo he visto.
EliminaNo te digo que no sea asi, pero empecemos por entender que todos, todos, somos racistas, en mayor o menor medida, pero todos, repito, todos somos racistas, se trata de ejercer como tales el mínimo y ser conscientes de ello. Cuando alguien te dice: yo no soy racista, desconfía, suele ir su frase acompañada de un, pero....bla, bla, bla
EliminaCalme toi. Desisto.
EliminaNo desistas, yo lo veo asi, que quieres que te diga.
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EliminaEn el fondo dile racismo, dile xenofóbia, no deja de ser ignorància, ignorancia y temor al otro.
EliminaDecir que "los inmigrantes primeros son racistas con los que vienen después" me parece una generalización muy desafortunada, Francesc. Con todos mis respetos. ¿Fue esa la experiencia de los españoles emigrados desde varias regiones a Cataluña desde el XIX?
ResponEliminala de los emigrantes interiores españoles del siglo XX hacia los de otros paises que vinieron después le aseguro que si, y con creces. Nosotros aprendimos aunque nos costo a no hacer diferencias, pero le aseguro que ellos en general no, y a los hechos me remito. La película la piel quemada da unas cuamntas pistas sobre este tema.
ResponEliminaMe he cambiado de casa y he alquilado donde vivía. Mis vecinos, cuando les decía que yo no quería gitanos como vecinos me tachaban de racista y esas cosas. Es posible que yo sea racista cuando digo que no quiero gitanos como vecinos, no lo niego, pero después de haber ido a clase con ellos y haberlos tenido en el bloque de al lado, no quiero gitanos como vecinos, así de sencillo, sea racista o no, me da igual.
ResponEliminaBueno, a lo que íbamos, me acusan de racista por no querer vecinos gitanos. Cuando he alquilado la casa, se lo he dicho, tenéis vecinos nuevos... y ellos me preguntaron que a quien se la había alquilado, y yo les dije que como es una casa grande se la he alquilado a una familia numerosa, que eran gitanos, pero honrados. Tenias que ver su cara, Francesc, tenias que ver la cara de los que "NO SON RACISTAS" cuando les dices que sus vecinos son una familia de padre, madre y cuatro hijos gitanos. Cuando vieron los que iban a ser sus vecinos, les saludé, cuando les entregue las llaves a los inquilinos, y el marido me dijo que era un cabrón por haberles engañado, que habían pasado dos días muy preocupados. Le conteste sonriendo:Pero si vosotros muchas veces me habíais dicho que no os importaría tener vecinos gitanos... ¿no seréis ahora racistas?
Pues eso, que desde la distancia no somos racistas ninguno, pero ¿a cuántos de los aquí presentes les daría igual que su vecino de escalera fuese una familia gitana?.
Un saludo.
es que los gitanos son un mundo aparte, para lo bueno y para lo malo, en mi escalera teníamos unos que estaban de ocupas y confieso que no dieron ni un sólo problema, estuvieron poco tiempo. Por eso es por lo que mantengo que todos, somos racistas, depende sólo de la circunstancia.
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