Ja em dispensareu pero el cas de Patricia Heras m'ha atrapat. El seu cas és el que no hauria de ser en una societat suposadament civilitzada i democràtica, però ha passat i Patricia es va suïcidar fa dos anys, davant la passivitat de tota una societat que no ho vol veure o mira cap una altra banda davant de la injusticia de la maquinaria de l'Estat. Aqui expliquen amb més detall la seva història, i la nostra vergonya colectiva.
Ostras...
ResponEliminaJoder que historia, me ha recordado a la de los Cuatro de Guildford y lo que es peor, no me extraña. He estado leyendo la narración de los hechos por la chica, hay llamadas de teléfono por medio y se pueden comprobar, pero el estado cuando le da por aplastar al personal no mira.
ResponEliminaLo que me extraña es que la fiscalia no halla mirado por ellos como lo esta haciendo por Blesa. Deben ser esas cosas del Estado de Derecho que se me escapan.
La Chica no volverá, pero estos hechos deben ser perseguidos y los responsables tomar la medicina que tan errónea, discriminatoria y malvadamente dispensaron a la chica, incluida la juez.
Hay idiotas que les pones uniforme y se creen dios.
tiene algunos paralelismos con los 4 de Guilford, sólo que la actuación policial aquí es más chapucera.
ResponEliminaA Blesa no me lo toques que ya sabes que es una víctima de un juez que le tiene manía, pobrecito mio, que mal lo debe estar pasando en la cárcel y sin poder casarse.