Chico, qué suerte! Hoy has presenciado un hecho histórico”, me dijo afectuosamente Samitier mientras me daba una amistosa palmadita en la mejilla. Sí, tenía toda la razón:acababa de presenciar la firma del contrato que el Barça suscribía con Daucick y Kubala. El acontecimiento se producía en la sede del club, un pequeño chalet de estilo neoarábigo del pasaje Méndez Vigo. También estaban presentes el presidente Agustí Montal Galobart; Jaume Guardiola, responsable de la sección deportiva; mi padre, entonces vicesecretario, y Rossend Calvet, el empleado que resolvía las cuestiones técnicas. Antes del acto protocolario, cuando estaban a punto de entrar los nuevos contratados, Montal afirmó: “Fijaos bien en la cara de inteligente que tiene el entrenador”. Y tanto que la tenía:era Daucick, hijo de una familia burguesa checa, con el título de perito agrónomo y hermano de la mujer de Kubala. Poco después, cuando el jugador fue nacionalizado, el domicilio donde fue inscrito oficialmente fue nuestra casa.

  • Uno de los secretos de Kubala radicaba en su generosidad. Lo más importante para él era el equipo, no su triunfo personal Fue el primero que corrió sin mirar la pelota y puso la vista en el campo para ver qué compañero estaba desmarcado Kubala aportó dos innovaciones revolucionarias: las faltas y los penaltis que casi siempre acababan en gol.


Página dos de la Vanguardia el dia 19 de maig de 2002 de la mort de Kubala.


PORTADA DEL DIUMENGE DIA 19.5.2002 - BARCELONA SE VUELCA EN EL ÚLTIMO HOMENAJE. (dos dies després de la seva mort)

Arsizio, donde había un equipo de refugiados que se llamaba Pro-Patria. Quisieron ficharme, como luego lo intentaron el Inter y el Torino, pero el Vasas, la federación húngara y la FIFA no lo consintieron. Jugué algunos partidos amistosos con el Pro-Patria y estuve a punto de viajar con el Torino a Lisboa para disputar un encuentro. Por aquellos días recibí la noticia de que mi mujer y mi hijo Branko, que estaba gravemente enfermo, habían logrado huir de Checoslovaquia y estaban en Udine. Por esa razón renuncié a acompañar al Torino en su viaje a Portugal. ¡Bendita suerte la mía! Al regreso de Lisboa, el avión que llevaba al equipo se estrelló en Superga y murieron casi todos los pasajeros. Eran tiempos muy difíciles, hasta el punto de que pasábamos hambre. Tanto yo como otros futbolistas húngaros, checoslovacos, yugoslavos y rumanos estábamos en un campo de concentración de Roma y, para recaudar algo de dinero para subsistir, formamos un equipo de fútbol, el Hungaria, y jugamos partidos amistosos. Nuestro debut fue en Madrid, adonde fuimos de la mano de Santiago Bernabeu y Raimundo Saporta. 

Página 57 de la Vanguardia del 18 de maig de 2002

EL DIA 17 NO HI HA NOTICIES.

EL DIA 20 DE MAIG TAMPOC.

Sembla un tractament raonable de la noticia de la mort de Laszy, del millor jugador de futbol que ha tingut el Barça fins que va arribar Leo Messi. 

I com diria  el filòsof alemany_ No hase falta desir nada más!