Un home va atracar dilluns un banc a l'estat d'Utah (EUA), on va exigir educadament un dòlar i després va esperar tranquil·lament que arribessin les forces de la llei perquè buscava ser empresonat, va informar el Departament de Policia de Salt Lake City. Finalment, el malfactor, de 65 anys, va sortir amb la seva i va ingressar a la presó del comtat per un càrrec de robatori. "Si us plau, perdoneu-me per fer això, però això és un robatori. Si us plau, doni'm un dòlar. Gràcies", va escriure l'atracador en una nota que va entregar a un caixer d'una sucursal del banc Wells Fargo, reporta el mitjà local KSL. "L'home, després identificat com a Donald Santacroce, va prendre els diners i es va negar a sortir del banc", assenyala el comunicat policial.
Després de demanar al caixer que truqués a la Policia, Santacroce es va asseure al vestíbul de l'oficina i va esperar l'arribada dels agents, mentre que el gerent de la sucursal va portar tots els empleats "a una habitació del darrere per la seva seguretat, on va tancar les portes amb clau". "Donald ha dit que si surt de la presó, robarà un altre banc i exigirà més diners la pròxima vegada intentant obtenir el resultat desitjat d'anar a una presó federal", indica la declaració policial.
No és nou el cas del bo d'en Donald, al Japó es donen sovint casos per l'estil d'homes grans que delinqueixen per tal que els ingressin a la presó i així tenir aixopluc i menjar assegurats. Quan algú prefereix ser un reclús a viure a casa, és que la societat té una greu malaltia.
En aquest cas, el malalt és el Japó, on els arrestos a delinqüents més grans s'han duplicat els últims deu anys: de 80 casos per 100.000 residents entre el 1995 i el 2005 a 162 entre el 2006 i el 2015, segons un informe de la policia japonesa.
El mateix informe xifra en 48.000 els delictes comesos per les persones més grans de 65 anys, fet que suposa el 20% de totes les detencions. Clar que potser Donald haurà de robar més d'un dòlar per assegurar-se que el condemnen a presó per una llarga temporada.
Muy triste, de verdad, muy triste.
ResponEliminaEste mundo se está volviendo tan surrealista que lo impensable, empieza a ser cotidiano y sí, algo muy mal estamos haciendo para que alguien prefiera ir a prisión que vivir libre y desde luego, si a alguien le encierran por robar un euro el sistema, está enfermo. Mira, al menos estad seguros que esto en España jamás pasaría, algo bueno tenemos que tener ; )
ResponEliminaMuchos besos!
No se, María, no se que decir.
EliminaFlores aparte, decirte que hace 17 años largos que estoy en Teresas de Calcuta de Barcelona, ahora ya voy menos por estar en El Prat, y por la edad. Pero no quiero hablar de los que van a comer allí, ni de sus vicisitudes, sino del voluntariado.
Te haré un esbozo para no alargar el tema:
Adolescentes: los envían los colegios religiosos, generalmente privados, para que vean que hay otras zonas en Barcelona que no son como las suyas.
Mediana edad: generalmente gente de fe, con hijos, más de tres, y que van los fines de semana a ayudar o bien cocina o bien comedor.
Y jubilados/as en general. Y es aquí donde quiero hincar el diente; generalmente viudos/as que están solos, que sus hijos y sus nietos van a verlos entre semana y en alguna ocasión. Pero cuando digo que están solos es lo que quiero decir, que tienen familia pero están desubicados, y allí tienen una comunidad en la que se sienten acompañados, porque trabajo no falta (cuenta que los menus están sobre los 400 y hay que hacerlos, prepararlos, cocinarlos, servirlos, lavar , fregar , cortar, trocear y dejarlo todo como una patena para el día siguiente).
La gente está muy sola, María, mucho. Lo observo allí cuando voy, que ya te digo que ahora lo hago mucho menos que hace un tiempo. Todo cambia, la salud entre otras cosas y las fuerzas, que también.
Un beso
Has fet una descripció exacta de la situació, Miquel. Saps, a les ciutats es dona més aquest problema.
EliminaNo, no, MIGUEL, me expliqué mal, a lo que me refería al decir que en España jamás pasaría es que te encarcelen por robar 1 euros ; ) Toodo lo que comentas que por cierto, me alegra leerte saber que a parte de ti - antes que a nadie debes cuidarte tú, ya sabes eso de que la ayuda empieza por uno mismo - hay gente comprometida de verdad en ayudar y acompañar a los que no tienen nada, no hay mejor cura para la soledad y para casi todo, que ver a personas que están cien veces peor que tú, mirar eso cara a cara te cambia la prespectiva y ayuda a sacar los ojos del ombligo, que esa visión es la que de verdad enferma a muchos. Lo de la soledad de la gente mayor desgraciademente lo sé muy bien. Nosotros somos cuatro hermanos, mis tres hermanos viven en Oviedo, yo en Galicia, mi madre vivía en Ponferrada y me tuve que pelear en su día porque mi madre se viniera conmigo en lugar de ir a una residencia, sé, porque lo sé, que si la hubiéramos llevado allí, se hubiera muerto de pena y me da igual la más fantástica del mundo, es algo que tengo tan claro, como que el cariño, siempre es imprescindible para vivir, cuando no te puedes valer por ti mismo y dependes para todo de los demás, es más importante que el oxígeno, por eso, lo que no me cabe en la cabeza es pensar cómo pasamos tanto de los que nos lo han dado todo.
EliminaMuchos besos! y cuídate mucho MIGUEL, tú y todos!! quién me va a mimar a mi si no sois vosotros ; )
Si aún no se han dado casos aquí, pronto se daran, María. Miquel ya te ha expuesto la situación de manera meridiana. La soledad de la gente mayor es un problema cada vez más extendido, y suerte de las mujeres sudamericanas que cuidan a muchos de ellos, les hacen compañía, les sacan a pasear. En los pueblos no se dan tanto estos casos, pero en las ciudades como te digo es ya un problema.
ResponEliminaAqui, lo del dólar no furrularía. Pero tienes una alternativa: Te pones a cantar rap con letras llenitas de elementos defecantes hacia la corona y solucionado!
ResponEliminaConxu,pero aleshores t'has d'exiliar a Bèlgica.
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