La Constitución española no habla de la amnistía. Difícilmente podría hacerlo. No se trata de un mecanismo jurídico que pueda someterse a reglas estrictas cerradas de antemano, sino de una solución extraordinaria ante una situación de conflicto en la que el derecho en sí mismo es ineficaz o, incluso, contraproducente. Hay, pues, pocas certezas jurídicas sobre la amnistía. En mi opinión solo un par de ellas. En esencia, que la Constitución no prohíbe de manera absoluta todo tipo de amnistía, pero que en determinadas ocasiones una norma de amnistía puede ser inconstitucional por violar el principio de igualdad. Vayamos por partes.
La Constitución regula de manera sucinta el ejercicio de la facultad estatal de clemencia. Se limita a decir en su artículo 62.1 que están prohibidos los indultos de carácter general. Alude así a una institución arraigada en todos nuestros sistemas jurídicos desde antiguo: la prerrogativa de gracia atribuida al ejecutivo que exime a alguien de cumplir la condena legítimamente impuesta por los tribunales. Se trata, en esencia, de un perdón que se concede a quien ya ha sido juzgado. Todos los gobiernos democráticos han recurrido en abundancia al uso del indulto. Ya sea para perdonar a los presos propuestos por una hermandad religiosa, ya a altos directivos empresariales, ya a personajes de relevancia política. Es una facultad discrecional y su único límite es que no puede ser general, sino argumentado caso por caso. La amnistía tiene una naturaleza completamente distinta.
La palabra amnistía tiene la misma raíz griega que amnesia y en realidad hay mucho de eso: es un deliberado olvido jurídico de lo que ha pasado. Puede incluir medidas de gracia similares al indulto y que, como en este, son una excepción de la facultad de los jueces y tribunales de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado, pero su esencia es declarar determinados hechos como inanes, excluyendo sobre ellos la posibilidad misma de cualquier castigo. Es una excepcionalidad sobrevenida, expresada mediante una norma con rango de ley que se impone a normas anteriores del mismo rango. La amnistía supone asumir –siquiera implícitamente– la injusticia o la inadecuación del régimen jurídico vigente hasta el momento. Por eso resulta lógica al terminar un régimen dictatorial cuando, en palabras del Tribunal Constitucional, se hace “un juicio crítico sobre toda una etapa histórica”. En el caso español, aunque todo el entramado jurídico de la transición se base en la idea de cambiar de régimen sin romper nunca con las normas vigentes, es evidente que las leyes franquistas no eran democráticas. Ni fueron aprobadas por un poder democrático ni muchas de ellas resultaban, materialmente, compatibles con un sistema basado en los derechos fundamentales. La Amnistía de 1977, aunque pagara el peaje del perdón de los represores, respondía a la idea de que la transición no podía pasar por alto el carácter dictatorial y antidemocrático de las normas que castigaron a quienes luchaban por la libertad y el pluralismo.
Las leyes de amnistía se usan como mecanismo de pacificación para perdonar a todos los que hubieran participado en una rebelión o la hubieran reprimido.
En ese sentido, también existe la amnistía que podría denominarse “de punto final”. Tradicionalmente, las leyes de amnistía se usan como mecanismo de pacificación para perdonar a todos los que hubieran participado en una rebelión o la hubieran reprimido, impidiendo que mediante procesos judiciales se prolongue la división de la sociedad y se encone el conflicto. En este tipo de supuestos la amnistía se utiliza como una manera de hacer borrón y cuenta nueva, sobre la base de un compromiso de todos los implicados de mirar hacia adelante. Es un uso posible, pero no el único. No todas las leyes de amnistía tienen que perdonar a los dos bandos implicados en una situación.
Todos estos supuestos son de naturaleza y apreciación estrictamente política aunque necesitan ser justificados como tales. La legitimidad de una norma de amnistía radica en su capacidad de argumentar que el régimen jurídico que se habría de aplicar resulta excepcionalmente injusto o dañino para los interés de la sociedad. De lo contrario, puede incurrir en un vicio de inconstitucionalidad por establecer diferencias de trato inaceptables entre ciudadanos.
Aunque no es el mismo caso, existe algún pronunciamiento del Tribunal Constitucional que podría resultar aplicable referido a las llamadas “amnistías fiscales”. Se trata, básicamente, de normas que eximen del cumplimiento de obligaciones tributarias pasadas. Es decir, que una norma con rango de ley establece que quien defraudó al Estado al no declarar a Hacienda sus ingresos no será castigado por ello. En 2012 el Gobierno del Partido Popular aprobó una de estas amnistías a propuesta del ministro Montoro. Fue anulada cinco años más tarde por el Tribunal Constitucional, que declaró que la medida rompía la igualdad de los españoles ante la hacienda pública, afectando a la esencia misma del deber de contribuir al sostenimiento de los cargos públicos. Del mismo modo, cualquier ley de amnistía que eximiera solo a algunos de quienes han cometido un delito podría considerarse inconstitucional si no aparece suficientemente justificada.
A mi entender, la justificación puede venir por dos vías: o bien por la injusticia de las normas aplicadas o de la manera de hacerlo; o bien por la inconveniencia para los intereses generales de aplicar dichas normas. Hacer eso de manera comprensible para todos y sin poner en duda la legitimidad de nuestro sistema jurídico y legal no es fácil. Para Sumar no debe ser imposible manifestar su crítica a una persecución judicial
En ese marco nos movemos en estos momentos ante la posibilidad de amnistía para los independentistas catalanes enjuiciados. El problema de la amnistía no es en rigor constitucional. Es un problema esencialmente político. Hacerlo del modo más directo, partiría de declarar públicamente que la persecución y el castigo a los líderes catalanes del procés fue una decisión injusta, desproporcionada o, como mínimo, inconveniente. Para los partidos nacionalistas e incluso, seguramente, para Sumar no debe ser imposible manifestar su crítica a una persecución judicial capitaneada por jueces del Tribunal Supremo que han retorcido las normas al límite, llevándolas más allá de lo que era la voluntad del legislativo que las había aprobado, con el objetivo de dar un escarmiento.
El partido socialista, por su parte, seguramente no pueda ir tan lejos. Debería asumir públicamente que algunas interpretaciones judiciales han resultado inconvenientes y negativas para el intento de pacificar la situación social en Cataluña. La alternativa sería constatar al menos la “rebelión” judicial contra la reforma del delito de sedición, interpretando la nueva norma de manera claramente contraria a su letra y espíritu para poder mantener la imputación de quienes promovieron o apoyaron la consulta popular del uno de octubre. El lado independentista tendría que dar garantías de que la medida iba a servir para solucionar un conflicto enconado.
Sin afirmar la politización de nuestros tribunales, la única justificación posible para una ley de este tipo sería que con ella se va a favorecer el interés general, pero eso solo puede demostrarse con el compromiso de los afectados de que la medida serviría para solucionar el conflicto. La legitimidad constitucional de la amnistía dependerá de la capacidad del legislador de convencer al Tribunal Constitucional de que el conflicto con Cataluña tiene relevancia suficiente como para que funde una diferencia de trato que beneficie solo a determinadas personas en aras del bien común. Para que eso suceda, el lado independentista tendría que dar garantías de que la medida iba a servir para solucionar un conflicto enconado. En caso contrario es difícil apreciar el supuesto beneficio para los intereses colectivos. A la vista de la situación política, todo lleva a pensar que será difícil que se den estos elementos. Ni parece que el partido socialista pueda públicamente poner en duda la imparcialidad del Tribunal Supremo o denunciar el exceso de activismo judicial, ni que los independentistas vayan a dar garantías de que con la ley de amnistía se soluciona el conflicto originado por el proceso secesionista.
Todo indica, pues, que no es el momento de leyes de amnistía. Eso no impide que los objetivos buscados se puedan conseguir de otras maneras. El Parlamento tiene opciones suficientes para imponer su voluntad, que es la voluntad democrática de toda la sociedad, a la de los jueces. Y puede conseguir que la mayor parte de las personas inculpadas por hechos relacionados con el 1-O dejen de estarlo, siempre y cuando se haga mediante la aplicación general de una legislación penal más favorable. Esa parece la vía más realista en estos momentos para ir acercando posiciones en este conflicto, yendo un paso más allá respecto a los indultos a los líderes del procés. Sería razonable no ya para que nadie facilite la investidura de nadie, sino simplemente en aras de reponer la justicia y la convivencia. Al menos, mientras no se den las condiciones políticas para una amnistía real.
No tengo idea de jurisprudencia, no se si es factible o no, pero al hilo de lo escrito y bajo mi intuición, pienso que si al sr que está en Waterloo se le indulta, el otro que pasó dos años y medio sale perjudicado. Y en esa acción, aún pedirá compensación económica por haberlo encarcelado, cosa que yo, miren por donde, si que haría, porque lo que es injusto es que por cuestiones de intereses, los que sean, yo me haya tragado casi tres años y otros anden ee libertad, y además cobrando, de una forma u otra, pero cobrando.
ResponEliminaL'Amnistia és legal, no només ho serà si arriba a port pels condemnats del procés, també ho sera pels guàrdies civils i policies condemnats pels fets de l'1'O. L'amnistia és legal, el que no és constitucional és l'actual Tribunal constitucional, i aquest és el problema que hi ha. I de tot això, el cas de Laura Borràs queda fora, no és una qüestió política sinó de corrupció
ResponEliminaUn buen estudio teórico del asunto,no soy abogado,pero como tú tengo una perpestiva histórica que viene de antes de la Transición, que fue la forma de relación actual de convivencia y que sí, tiene una base legal origen en el franquismo,por lo tanto no la tiene en la legalidad de la República. Es lo que hay,guste o no guste.
ResponEliminaEn mi entender(puedo estar equivocqdo),no existe la posibilidad constitucional de Amnistía,sí el perdón individual(para perdonar,hay que pedirlo),algo que los independentistas puros,jamás lo harán, conociendolos como los conozco desde hace más de medio siglo.
Así,que a ver si Sánchez se inventa otra cosa,para conseguir que le den sus votos,que inventiva no le falta.
Saludos
Reconocer la Amnistía, es reconocer que el Estado fue culpable,que no actuó democraticamente,que los guardias y polis merecen juicio de actuación, además de compensaciones económicas....Muy fuerte la cosa,todo para que un señor siga en el poder
EliminaEs que fue exactamente así, el estado no actuó democráticamente, y el juicio tampoco fue democrático, estuvo lleno de irregularidades, eso ya se sabe y está demostrado.
EliminaNo hace falta inventar nada, solo aplicar correctamente la ley., Urias es profesor de derecho constitucional. Dicho esto, hay que esperar a ver que decide el veleidoso Tribunal constitucional, prevaricador compulsivo, si es que tiene derecho a intervenir, que eso es discutible. Martin Pallin también opina sobre la constitucionalidad.
ResponEliminahttps://www.eldiario.es/opinion/tribuna-abierta/amnistia-constitucional-democratica-necesaria_129_10426584.html
Saludos.
El que jurídicament una llei sigui constitucional o no, a Espanya, no depèn (precisament) d'ella mateixa, sinó de l'arbitrarietat del Tribunal Constitucional a l'hora de decidir-ho. Un tribunal, que possiblement és l'únic inconstitucional que hi ha en tot el país
ResponEliminaSi inicias un estudio, con esta predisposición a considerar el TC, como arbitrario y como inconstitucional, pues ya me dirás.
Lo he leído y en ningún momento dice que la Amnistía es constitucional tajantemente, da muchas vueltas, su único punto en apoyarse es que se partió de la legalidad franquista(no democracia) y que ahora sí lo somos.
Sólo es un estudio teórico, al final lo de siempre que se pongan de acuerdo las partes, que se den besitos y Puigdemont a casa, que ya es hora.Mira en eso estoy de acuerdo,creo que toda España,otra cosa es que utilice la figura legal de Amnistía General.
Saludos.
Es que es así, lo demuestran tan a menudo como pueden. Su estado natural es la prevaricación permanente. La Amnistía no está contemplada en la CONSTITUCIÓN, por lo que la decisión depende de lo que el Tribunal Constitucional decida decidir. Ese es el problema, que no es un Tribunal justo ni equitativo. Entre otras coas porque la propia España no es un Estado democrático.
ResponEliminaPallin lo deja muy claro: La amnistía: es constitucional, es democrática y es necesaria, aunque ello signifique reconocer las flagrantes irregularidades del juicio del procés. De todos modos no creo se apliquen una amnistía General, servirá solo ara los de arriba y poco más. Piensa que Junts habla de amnistía para cerca de 4000 personas.
Por otro lado, nada de eso habría sucedido si M.Rajoy hubiese accedido a que se celebrara el referéndum de autodeterminación, habría ganado el NO por un 60% largo y todo eso que nos habríamos ahorrado.
Saludos.
Eso de que el NO, hubiese ganado ,es una apreciación tuya, pero si sale lo contrario el SI, ya me dirás como se encaja legalmente, si ya de entrada Rajoy no tenía esa capacidad de aprobar un referéndum de ese tipo. Las cosas no son tan sencillas. Rajoy se vio en un "marrón", el mismo que Junqueras, Puigdemont y los demás que al final no sabían ya ni que hacer con todo el tinglado que montaron, era penoso el día después de D.I ,ver a unos cuantos consejeros reunidos esperando acontecimientos, sin atreverse a arriar la bandera española del edificio .
ResponEliminaSaludos
Que el NO saldría ganando, lo sabía todo el Mundo en Catalunya, como saldría ahora, y siempre, entre otras cosas porque a la hora de la verdad muchos adalides del SI votarían NO. Y esto lo sabían los políticos de aquí, lo que sucede es que en Madrid en un acto de ceguera inexplicable creyeron que eso de la independencia iba en Serio. Vamos a ver, ¿cómo puedes declarar la independencia de Catalunya si no tienes ni un puto Cetme para defenderla?
ResponEliminaSaludos
Si quieren darles sus votos a Sánchez, muy bien, pero sin chantajes anticonstitucional es. Que tengan visión de estado
ResponEliminaAquí nadie tiene visión de Estado, todos son de la ONCE. Además, no se trata de chantaje, se trata de pedir a cambio de dar sus votos, lo que sucede es que estos piden lo que les interesa, piden, no chantajean. Fíjate en los vascos del PNB, como ya no saben que pedir, ya tienen la independencia (económica) y estos sí que chantajeaban con ETA. Ahí hay mucha diferencia entre unos y otros.
EliminaYo no se de leyes pero si se leer: "Se limita a decir en su artículo 62.1 que están prohibidos los indultos de carácter general.". Indultos de carácter general, hay un principio de Derecho que dice: "El cambiar el nombre a las cosas no modifica su naturaleza" y aquí queremos cambiar el nombre pensando que cambian los hechos y las circunstancias y esto no es asi.
ResponEliminaEspaña es un país democrático reconocido internacionalmente, no es una república bananera, no es un estado dictatorial, los delincuentes estaban advertidos una y otra vez y muchos de ellos cobran del estado por defender sus ideas, No están presos por sus ideas, como digo muchos cobran por defender esas ideas, están presos y perseguidos judicialmente por sus actos, por sus delitos,. por malversar y querer violentar con la fuerza de hechos consumados la soberanía de un paisa y para costear sus ideologías no dudan en utilizar el dinero de la Sanidad y la Educación.
A mi me parece que unos señores que por sus huevos quieren apropiarse de una parte de nuestro país sometiendo a votación la misma a sólo una parte de quien es el soberano de la misma es un atropello, es un delito, es una estafa y los que lo cometen son unos delincuentes, sin más: Sobre España, si es divisible o no y como es divisible deben opinar todos los españoles no una parte, se llama democracia y hace muchos siglos que se inventó. Otra cosa es un gobierno que crea necesario indultar a estos delincuentes por un bien común, sin presiones, sin chantajes, no para mantener a un caudillo en el poder, ahí yo sería partidario con ciertas condiciones, pero no de cualquier forma y mucho menos con chantajes tipo: "Si no hay amnistía no serás gobernante" Ahí bajo ningún concepto, nunca, de ninguna de las maneras un gobierno debe ceder a un chantaje, jamás y si hay que ir a votaciones veinte o doscientas veces, pues se va, sin más.
Comparar la supuesta amnistía fiscal con esto, me parece un chiste de mal gusto por muy jurista que sea este señor, simplemente por la implicaciones que tienen unos y otros actos.
Por cierto era el Psoe el que decía que la amnistía era inconstitucional y no hace mucho.
https://www.elmundo.es/espana/2021/03/23/6059d9ecfc6c8315148b4668.html
No todo vale para mantenerse en la poltrona, pero de Sánchez ya nos creemos cualquier cosa, para mi es un sinvergüenza, sin más. Todo esto lo pagaremos muy caro, creo yo.
Un saludo.
Disculpa la redacción y la "efusividad"
ResponEliminaUn saludo
Antes que nada, una previa: Atutxa, Otegi, Egin, fueron condenados en España y absueltos por Estrasburgo. Como en toda la farsa de juicio del procés, el TDH absolverá a los condenados dentro de seis o siete años. Todas estas condenas de un estado poco democrático se hicieron 'por cojones' no porel imperio de la ley. Por eso digo, mantengo y afirmo que España no es un estado democrático y si bastante bananero.
EliminaDicho esto, en el caso del procés, si yo fuera el Gobierno español, haría lo mismo que hizo, porque fue el Gobierno de Rajoy el único que se creyó que estos pringaos iban a dar un golpe de estado.
Luego, para ser delincuente hay que delinquir y aqui de delinquir los del procés nasti de plasti, no hubo ni malversación, o mejor dicho, no pudieron probarla, si acaso si la hubo de parte del Gobierno Español con todo lo que se gastó en espías de opereta, piolines y sandeces variadas, dignas de la TIA.
A Angels Bassas, la condenaron equivocándose de Conselleria, a Forcadell, por cojones. Y a Puigdemont tenían que haberlo enviado a los altares, porque el evitó el desastre de proclamar una DUI en la que nunca creyó, Y si, en cambio, Junqueras, el empecinado.
Voces sensatas hablan desde la meseta de concordia, de diálogo, incluso ahora González Pons en Nombre del PP. La amnistía se dará porqué además todos estos están ya desactivados, porque es necesaria, es legal y es oportuna, y en cuanto a un referéndum de independencia, no te preocupes que esto ni tu ni yo ni nuestros biznietos lo verán.
Saludos.
Disculpado, la cabra siempre tira al monte y mas si es de Gamonal.
EliminaSaludos cordiales
Trec el nas per aquí només per dir-te que els comentaris a l'entrada L'escriba egipci queden ocults i desplaçats cap a la dreta situant-se sota la barra lateral, com si fossin una capa inferior.
ResponEliminasolucionat. Gràcies.
EliminaEm fa gràcia aquest senyor que diu que als independentistes els coneix molt bé després de cinquanta anys. S'hi ha d'haver enllitat. Jo els que conec molt bé són els nacionalistes espanyols que fa tres-cents anys que ens fiquen el dit al cul. Alguna ximpleria més?
ResponEliminaNo, si españoles son, de eso no hay duda...
EliminaUn saludo.
Y diría que lo han entendido o al menos aceptado. Recuerda que la letra con sangre entra.
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