Un fanàtic té una obsessió incrustada en un somni i ho supedita tot a ell. Tothom que no es posi darrere de la bandera, molesta. La sortida de l'armari del ridícul del friquisme ha possibilitat fanàtics, patriotes i gent amb la cara pintada de coloraines. Per a un fanàtic, un friqui, un patriota, la gent normal i corrent destorba. Al nostre país, no fa tant, sobrem els normals i els corrents de Barcelona per falta d'esperit èpic i preferir el xarrup de crema de pinyolada a la ratafia.
De fet, vam ser tan incompetents que ni a la mítica batalla d'Urquinaona vam aconseguir que morís ningú. Ni els policies –espanyols contagiats de Barcelona– ho van aconseguir i això que es van disparar entre ells. Tot això va passar quan volíem ser Dinamarca ia la samarreta lluíem Unicef. És cert que, al cap de poc, ens ajudaria la flota russa, seríem Suïssa i ens esponsoritzava Qatar i és que tot val per un somni.
Ara, Ràdio Ripoll emet la freqüència que sobren els de més fora, els pobres, els diferents, tots sospitosos, tots delinqüents. És la cançó que sona a tot el món, així que per què no aquí. Que es demani immigració des d'un partit de dretes abrigat amb la bandera del patriotisme ja diu molt del moment històric. Es necessiten virus externs per aplicar purgants, encara que ho facin venedors porta a porta als quals només han votat 392.634 catalans.
Afirmava Cioran que el fanàtic és incorruptible: si mata per una idea, pot igualment fer-se matar per ella, en ambdós casos, tirà o màrtir, és un monstre. No hi ha éssers més perillosos que els que han patit per una creença: els grans perseguidors es recluten entre els màrtirs als quals no se'ls ha tallat el cap. Lluny de disminuir la gana de poder, el patiment l'exaspera: per això l'esperit se sent més a gust a la societat d'un fanfarró que a la d'un màrtir, i res no li repugna tant com aquest espectacle on es mor per una idea. Fart del sublim i de carnisseries, somia amb un avorriment provincià a escala universal. Els nostres fanàtics son també provincians, però ni maten ni es fan matar, són de baix nivell, mers oportunistes del moment, del tan nostrat peix al cove.
Los fanáticos son siempre peligrosos, desde la primera cuestión que plantean con ese carácter discriminador y racista que les caracteriza. Después pueden llegar otros pasos -los jurídicos, las demandas e influencia desde poderes judiciales- y si no da resultado todo llegan a la violencia directa, como tantas veces ha sucedido en la historia. A mí nunca me ha quedado en duda que un sector de la sociedad catalana y de sus partidos nacionalistas han tenido un rictus intolerante y provinciano capaz de todo. Ahora la derecha catalanista quiere quitarle motivo a la derecha ultra españolista, tal vez se fusionen en algún momento.
ResponEliminaMala gente que se está quitando la falsa careta de liberales. No hará falta que se fusionen, ya los tienen dentro.
EliminaCorro el riesgo de repetirme, por eso pido perdón:
ResponEliminaLlevando RRHH de uno de los tres mataderos de cerdo y sala de despiece de VIC, tenía a mi cargo unas 96/110 personas (iba por temporada).
Los otros dos mataderos tenían una cantidad de personal similar.
Llegué a tener personas de 34 países diferentes. Ningún problema.
El sueldo que les devengaba la empresa no podía pasar (de eso hace unos años) 960€, trabajando en nocturno, y el domingo noche se trabajaba, pues el despiece era para repartir el lunes. Libraban viernes noche.
En Vic todo Cristo estaba contento. La señora Pepeta alquilaba el piso por habitaciones, a 200€; el mecánico siempre reparaba los coches, porque todos eran de segunda mano y tenía trabajo; el verdulero vendía todo, porque esa gente cocinaba siempre verdura y comía fruta y se le llevaban lo que estaba en mal estado a precio más barato, pero no había desperdicios; los bares siempre estaban con los tés y las patatas fritas de los niños; El mercadillo de los viernes a petar, pues allí se encontraba de todo y los comerciantes montaban a las seis de la mañana.
Nadie se quejaba. Nadie.
Vino la crisis del 203/04. De matar 1100 cerdos a matar no más de 700. Una de las dos lineas fue suprimida y tuve que despedir casi a una cuarta parte de personal. Como yo, las otras dos empresas. Muchísima gente se quedó en la calle.
Fue a partir de ese momento y a la posterior mecanización y robotización de la sala de despiece que el paro empezó a ser crónico y las gentes del lugar empezaron a decir que los de afuera les robaban el trabajo.
De ahí salió de Hijo de la gran Anglada y su partido. Y en Ripoll ha salido esta señora, pero antes, cuando les pagábamos 960 euros por trabajar incluso los domingos por la noche, fueron recibidos como agua de mayo.
Tenemos la memoria frágil.
Salut
Més que fràgil, trencada tenen la memòria alguns. A Manlleu i Vic hi ha molta immigració marroquina. No recordo si en tenien molts a Casa Tarradellas, antes hi treballaven 2.300 persones.
EliminaMiquel, la política ho corromp tot.
Salut.
El señor Josep empezó en la tienda de sus padres en la carretera de Vic a Barcelona. Lo conocí personalmente. Decía que facturaba unos 900 kilos de magra a la semana, haciendo lo que su madre sabía hacer, el fuet, y que los que pasaban por allí lo compraban. Ahora solamente allí tiene seis silos de diez mil kilos cada uno.
ResponEliminaCuando me despedí de él, junto al dueño del matadero donde trabajaba, lo hicimos en un restaurante de Mercabarna, por cierto, era la empresa que más trabajadores tenía en la zona.
Un señor superamable y supertrabajador, además de ser muy sencillo.
Hoy tienen menos trabajadores, porque a raíz de la crisis primero, y la pandemia después, todo se ha robotizado mucho, y porque hoy, con el problema de los purines, ya no se tienen granjas propias; ahora, a lo que se dedican las empresas es a fabricar el pienso, este se lleva a Bulgaria, y allí se les cría y se les trae aquí para matarlos y despiezarlos en caliente.
Tens rao, la merda de la política és això corromper.
Salut
M'Havia aturat a comprar espetecs a la botiga dels pares a la carretera a Gurb. I més tard com a Proveïdor he seguit el seu creixement. Pensa que els havia arribat a facturar més de dos milions de quilos de farina al mes, només per a fer pizzes.
ResponEliminaSalut.
Por eso chirriaba tanto la coalición del PSOE con esta gente de JUNTS, son VOX con estelada, pero ideológicamente mucho más próximos a ellos y sí, para la extrema derecha ( con y sin estelada) los emigrantes son sujetos non gratos, como todo aquel que no encaje con su ideario, canon de pureza y fanatismos varios que rechazan todo lo diferente, eso sí, los usan cuando les interesa y los largan cuando molestan como si fueran clínex, cuando la economía catalana se ha nutrido desde siempre de toda la emigración patria y extranjera… además de fanáticos, son desagradecidos. No sabes cuánto me alegra leerte esta entrada aquí, a veces en la vorágine de las conversaciones, casi siempre sesgadas, malinterpretamos lo que de verdad se intenta decir y sacamos conclusiones erróneas del perfil de los demás. Perdóname si lo he hecho. Un beso FRANCESC!
ResponEliminaEl problema es que estas convicciones de junts estaban soterradas, aunque nunca han sido supremacistas, solo oportunistas políticos, por cierto como VOX. No nos engañemos, son posturas políticas, no convicciones, de unos y otros, y eso les hace aún peores que los supremacistas de verdad.
ResponEliminaUn abrazo!