T'estimo a les deu del matí, i a les onze, i a les dotze del migdia. T'estimo amb tota la meva ànima i amb tot el meu cos, de vegades, en les tardes de pluja. Però a les dues de la tarda, o a les tres, quan em poso a pensar en nosaltres dos, i tu penses en el menjar o en la feina diària, o en les diversions que no tens, em poso a odiar-te sordament, amb la meitat de l'odi que guardo per a mi.
Després torno a estimar-te, quan anem al llit i sento que estàs feta per a mi, que d'alguna manera m'ho diuen el teu genoll i el teu ventre, que les meves mans em convencen d'això, i que no hi ha un altre lloc on jo em vingui, a on jo vagi, millor que el teu cos. Tu véns tota sencera a trobar-me, i els dos desapareixem un instant, ens fiquem a la boca de Déu, fins que jo et dic que tinc gana o son.
Cada dia t'estimo i t'odio irremeiablement. I hi ha dies també, hi ha hores, en què no et conec, en què m'ets aliena com la dona d'un altre. Em preocupen els homes, em preocupo jo, em distreuen les meves penes. És probable que no pensi en tu durant molt de temps. Ja veus. Qui podria estimar-te menys que jo, amor meu?
T'estimo a les deu del matí
ciudadseva.com
Jaime Sabines
Eso es lo que yo pienso(como hombre que soy),pero mi mujer me diría,deja,deja,que empacho de tanto amor.Eso no sirve a cierta edad,hay que entrarle con otra técnica,cada una es un mundo diferente,que necesita mucho estudio.Los hombres décimos esas tonterías,ellas te miran hasta lo más interior
ResponEliminade tus pensamientos.
cherchez la femme.
EliminaSe querían.
ResponEliminaSufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando…
Se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.
Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.
Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.
Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.
http://dejasenti-gemma.blogspot.com/2012/12/melodia-de-invierno.html?m=1
ResponEliminaI un altre que vaig escriure jo, el primer és del Vicente Aleixandre que m,ha recordat al que has posat i a la lluna d,ahir. Realment és pot escriure molt del amor peròcadascú ho sent d,una manera molt íntima que potser ni tan sols sap fins a on.
la maanera d'entendre l'amor és una questió molt personal de cadascú, com la veritat tothom es creu en la seva possessió, però és la seva. nomès la seva.
EliminaSi, així mateix. Estimar és estimar la veritat dels altres.
EliminaTe quiero.
ResponEliminaTe lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;
Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;
Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;
Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;
Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.
Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.
Cernuda.
Don Luis sabia hacer poesía del amor y del desamor.
EliminaCon RES...Al igual tanto amor acaba en empacho
ResponElimina