Prisión sin sentencia, pena anticipada. ¿Una excepcionalidad?
Hace un año que se decretaron las primeras prisiones provisionales para diferentes miembros de entidades sociales y el gobierno de Catalunya y la presidenta del Parlament. Muchos días, muchas horas en cautividad, sin haber sido condenados, sin haber sido juzgados, sin haber sido oídos por la autoridad judicial respecto al fondo del asunto. Claro está que hemos tenido diferentes oportunidades de comparecer ante el juez instructor, o incluso ante la sala de apelaciones del Tribunal Supremo, pero solamente para discutir las peticiones de libertad, la improcedencia del mantenimiento de la situación de prisión provisional, nunca entrando en el fondo del asunto ni en la defensa de nuestros actos ni en la demostración de la inexistencia de delitos.
Desde el pleno convencimiento de nuestra inocencia, de que no hubo actos violentos, de la legitimidad de nuestra actuación política y de la defensa de unas ideas por las vías democráticas y pacíficas, decimos que se nos está sometiendo a una pena de prisión sin sentencia generando una vulneración de la presunción de inocencia.
Más allá de los perjuicios personales que esta situación provoca, más allá del sufrimiento de familiares, –la pérdida del vínculo con hijos menores y padres–, el sometimiento a esta pena anticipada, excepcional y desproporcionada, supone un quebranto del sistema de garantías judiciales, que obviamente no sólo nos afecta a los investigados en la causa especial del Tribunal Supremo, sino que afecta a más de 7.000 personas en el estado español, que están en idéntica situación. Una medida que se había concebido como excepcional, afecta a un porcentaje muy elevado de los 60.000 presos que hay en el estado.
Algunos de nosotros hemos estado en módulos de preventivos. Hemos compartido cautiverio con decenas de personas esperando hasta cuatro años a ser juzgados. Hemos sido testigos directos de anticipos de penas, sin juicio, a través de la prisión preventiva, del almacenamiento literal, de seres humanos fruto del colapso de la justicia y de un funcionamiento muy deficiente que acaba conculcando el derecho básico a la libertad, a la presunción de inocencia o a la tutela judicial efectiva. Una vergüenza que tendría que interpelar al conjunto de ciudadanos.
El margen de discrecionalidad de que disponen los jueces de instrucción para decretar el ingreso en prisión, o para resolver las peticiones de libertad, es altísimo. Este margen de discrecionalidad, la inexistencia de una normativa que regule los supuestos y establezca unos determinados requisitos reglados, choca frontalmente con la protección del derecho fundamental a la libertad, pilar de cualquier democracia avanzada.
Recordemos que la medida de prisión provisional sólo puede acordarse cuando resulte objetivamente necesaria y no existan otras medidas menos gravosas para el derecho a la libertad a través de las cuales puedan alcanzarse los mismos fines que con la prisión provisional.
Y la pregunta es la siguiente: ¿Si, tal y como se expresa en los distintos autos del Tribunal Supremo, se cree que existe un riesgo de fuga (riesgo que cuesta apreciar por el comportamiento de los que estamos ingresados en prisión, que hemos acudido puntualmente y rigurosamente a todas las citas judiciales), no existen en pleno siglo XXI medidas para garantizar la eliminación de este riesgo? La respuesta es clara. Sí existen.
Por lo que se refiere a la reiteración delictiva, uno de los motivos señalados por el juez Llarena para justificar la permanencia en prisión, son nuestras ideas soberanistas, una ideología que coexiste "en un contexto político en el que no hay certeza de que haya desaparecido la intención de alcanzar la independencia de Catalunya". Es decir, que estamos en prisión provisional por nuestras ideas políticas, por no renunciar al derecho a la autodeterminación de Catalunya.
Privando a los presos preventivos de libertad se limita también nuestros instrumentos y mecanismos de defensa. No sólo porque los meses acumulados hacen mella en nuestros cuerpos y en nuestra mente, sino porque desequilibran las fuerzas. Las acusaciones (Fiscalía, VOX y Abogacía del Estado) habrán preparado el juicio en condiciones muy distintas a las nuestras, sin limitación de tiempo, sin limitación de instrumentos, sin limitaciones técnicas. Esto supone un quebranto al principio de igualdad.
Por lo tanto, una decisión discrecional de un magistrado instructor afecta directamente, a primera vista, a cuatro derechos fundamentales: a la libertad, a la presunción de inocencia, a la igualdad y al derecho a un juicio con todas las garantías. Cuando la excepcionalidad se convierte en habitual, el uso de la prisión provisional se transforma en abuso.
Mientras no se afronte una nueva regulación, un cambio profundo en la concepción de esta medida privativa de libertad, continuaremos demostrando, siempre que tengamos oportunidad, que existen personas inocentes en prisión, que no estamos conformes con esta pena anticipada a la que se nos está sometiendo y, por último, evidenciaremos, al final, el fracaso del sistema cuando recaiga una sentencia absolutoria. Seguro que esto no compensará el daño sufrido, pero es probable que sirva para evitar situaciones semejantes en el futuro. - eldiario.es
Mientras no se afronte un cambio profundo en la prisión provisional continuaremos demostrando que existen personas inocentes en prisión"
me gustaría contestar, pero se me está haciendo todo muy pesado, muy cargante, por parte de todos sin excepción.
ResponEliminaBuen día, aunque llueva sobre mojado.
Soy de la opinión de que es desproporcionado. Con una buena fianza, de las de "cagate lorito", estaría todo solucionado, al fin y al cabo somos catalanes "i amb el patrimoni familiar no s´hi juga".
ResponEliminaUna vez dicho esto, me sumo a la opinión de Miquel. Estoy hastiado de todos, de las falsedades, del buenismo infantiloide, de que me usen conceptos universales como "libertad" y "democracia" para justificar los oscuros intereses de unos pocos, de la manipulación de una masa insatisfecha y desnortada que busca una "causa sagrada" para redimirse de sus miserias cotidianas. De los idiotas que desde la distancia creen que esto solo se soluciona a garrotazos y usando el articulo 155 como un navajero, de que nos usen a los que no estamos de acuerdo con el "procés" para alinearnos con ideas políticas que detestamos también.
Y nivel personal, de que me califiquen como "facha" algunos simples mentales, o que me digan que soy un "botifler", o un mal catalán algunos que se creen autorizados para expedir "certificados de catalanidad", y que pueden prescindir de algo más de la mitad de los catalanes.
Harto de que unos inútiles envueltos en una bandera se lleven un pastón a final de mes por no hacer absolutamente NADA, "Money for nothing", que cantaban los Dire Straits, mientras los viejos problemas están por resolver, y a ellos se suman los nuevos de cada dia.
Se ha cumplido un año del turbio asunto de la Declaración Unilateral de Independencia, algo tan vergonzante, que sus mismos promotores ni han mencionado siquiera el aniversario de aquella infamia.
¿ Cuando vamos a recuperar todos el sentido de la realidad y nos vamos a poner a trabajar en serio para reflotar esta Cataluña que agoniza ahogada en su propia soberbia infantiloide ?.
Opino lo mismo que Estanislau Figueras, por decirlo de una forma elegante.
Y en otro orden de cosas, RODERICUS, esta misma semana, el Sr Comin, en unas declaraciones suyas en la SER dijo que :
ResponElimina“No habíamos preparado a la gente ante la represión política que nos venía si la aplicábamos”, y continuó con un " que los catalanes que apoyaban la separación incluso deberían estar dispuesto a hacer “determinados sacrificios” personales para conseguir este objetivo político".
Recuerdo a la Anna Simó en los mismos términos. Que deberíamos sacrificarnos porque la república nos daría "felicidad" y que estar un par de meses sin cobrar la pensión (sic) y muy sic, era un sacrificio asimilable. Eso fue para septiembre del 2014, y con estas palabras que se pueden encontrar en La Vanguardia y que yo ya estoy hasta las narices de recordar:
"... una eventual independencia de Cataluña "no será un camino de rosas" hay que "concienciar" a los ciudadanos de que deberán hacer "pequeños sacrificios", al igual las pensiones se puedan pagar a 60 días ". " A pesar todo, todos los esfuerzos valdrán la pena..."
Yo no he puesto a nadie en ningún atolladero, ni en mi nombre he hablado por boca de los demás. Que se sacrifiquen ellos con su Visa y sus A8 y sus prebendas cuatrianuales, y al decir ellos, digo todos. Lo dicho, no discutiré porque ni soy juez, ni quiero ser parte de la obra de teatro de nadie. Bastante mal me han hecho conque la mitad de mi familia no se hable con la otra mitad.
La lógica del sacrifico que emplean estos impresentables es la del ajedrez, sacrificar algunos "peones" para conseguir alguna pieza mayor. Incluso a sus propios compañeros de aventura que están en la cárcel, mientras que ellos campan por Europa con los gastos pagados con fondos de todos, y con la consideración de "mártires en el exilio". Menudo exilio "sacrificado", mejillones con cerveza en la Grand Platz, y de postre chocolate con "schnapss"
ResponEliminaY como peones usan y usaron a la ciudadanía que se tragó el anzuelo que cebaron con su demagogia simplista y su discurso barato de "Madrid nos roba", sin mencionar sus propios robos vergonzantes, claro está.
Y cada dia que pasa, sigo escuchando sus declaraciones, sus auto-justificaciones en un discurso monótono y machacón donde malversan ideológicamente conceptos como "democracia", "libertad", "derechos civiles" ( como si los catalanes fuéramos negros en la Alabama de los años cincuenta ), "no violencia", y todas esas monsergas para autoconsumo.
Van a estar "viviendo" a costa de los encarcelados hasta su jubilación. La de ellos, claro, no los de la cárcel.
Vaig escoltar Comín, per capar-lo, amb el seu cinisme, i per cert, explicaven avui a Rac1 que a la Forcadell ningú li va dir res quan la fugida a Bélgica, QUE LA VAREN DEIXAR PENJADA, VAJA!
ResponEliminaUna colla de ximples.