Tornar, no, això mai, no suportaria la vergonya. Amb els dies, un espant afilat li encongeix l’estómac. Tem acabar com molts dels seus companys, potser sense la seva determinació. Viuen als carrers, enganxats a la cola i a l’estrebada, de vegades a la navalla. Nens trencats, homes salvatges.
En Francesc no es diu Francesc ni és un, sinó molts. Va néixer a Terrassa i a Terrassa se li va enfonsar la vida. Obrer de la construcció, està a l’atur des de fa nou anys. Va ser acomiadat als 46 i desnonat del pis als 50. La mare de totes les crisis. Escassa formació i menys futur. Dependent dels serveis socials, considera estar sotmès a una competència ferotge amb molts immigrants tan pobres com ell. En Francesc creu o li han fet creure això, i també que ells no són com ell, que ells venen a aprofitar-se i a robar. No com el cunyat d’en Francesc, que factura sense IVA, o el jerarca polític que mossega el 3% de l’obra pública que adjudica.
En Francesc i en Yasin potser no tenen consciència que tots dos juguen al mateix equip, el que, Warren Buffet dixit, va perdent el partit de la història. Fins i tot, a desgrat seu, la pobresa, la classe, els uneix més del que els separen la raça i la cultura. També ens haurien de demanar disculpes per molestar-nos amb la seva presència, per contorbar-nos, com a l'escrit del poeta Ghayath Almadhoun.
Tanto el Yasin como el Francesc,no dudo que tengan dificultades,que las tienen.Pero el primero es joven y dentro de la tutela,si es trabajador(no esnifa cola),se saca el certificado de trabajo y no le falta el trabajo,ni la novia.El segundo lo tiene más difícil, pero si tiene ganas de trabajar,trabaja.Si no las tiene,también puede vivir de las ayudas sociales,pero sin droga.
ResponEliminaCon la cantidad de impuestos que pagamos,incluso ahora de viejo,leer este escrito me resulta desagradable y no me mueve a la compasión. En mi caso,el primer trabajo ,nada más salir del Sevillano,fue en el alquitrán, pero pronto me espabile .
Saludos.
Conocí a un matrimonio, que se casaron, cogieron el sevillano y al día siguiente ya estaban viviendo de prestado en el Torrent del Capellà, y trabajando los dos, el de encofrador y ella (Antonia)de señora de la limpieza. Ya vinieron con trabajo (este fue su viaje de bodas), son los otros catalanes, los de la cultura del esfuerzo y la superación que ni Yasin ni Francesc creo que tengan.
ResponEliminaCosas raras de estas que me suceden a mí, estaba un día en el Raulí por mi suegra cuando en la cama dé al lado oí una voz que me resulto familiar, era Antonia la señora de la Limpieza de Forage con la que tenía largas charlas por las mañanas (treinta años atrfás). Me reconoció también, después de tantos años sin vernos, murió a los dos días.
Saludos.
Esos que venían en los primeros sesenta,era de bona fusta,hijos de la miseria e injusticia de los pueblos de Andalucía, con ganas de trabajar,no querían misericordia, sino trabajo,para criar a sus hijos.
ResponEliminaSaludos
Y esos son los que ayudaron y mucho al crecimiento del país.
EliminaPues mirad, hoy no pongo nada porque estoy de acuerdo con los dos comentarios...Voy a ver si encuentro las fotos del vagón del Sevillano, en el museo de emigrante, que está detrás del campo del Español, allá en el nudo de la Trinidad.
ResponEliminaSalut
Jo hi he anat amb el Sevillano de Barcelona fins a Murcia, tota una experiència personal.
ResponEliminaSalut.