Fa uns dies a la vanguardia felicitaven la candidata del PP a Extremadura, Maria Guardiola, per anteposar les conviccions als interessos del seu partit. “Bravo per Guardiola”, titulem amb admiració. La dirigent popular s'havia oposat al pacte amb Vox amb l'argument que no podia deixar entrar al govern regional “aquells que neguen la violència masclista, els que estan deshumanitzant els immigrants i els que despleguen una lona i tiren a una paperera la bandera LGTBI”.
La valenta andanada de la política popular ha durat tot just deu dies. Davant el risc que es convoquin noves eleccions a Extremadura, ahir va optar per retractar-se de manera solemne i amb cara compungida. La seva declaració és una frase per guardar als manuals de comunicació política: “La meva paraula no és tan important com el futur dels extremenys”. Gairebé a la mateixa hora en un acte a Madrid, Alberto Núñez Feijóo, aliè a allò d'Extremadura, reivindicava el valor de la paraula: “Sense paraula no hi ha política”. Llàstima que la mateixa Guardiola hagi deixat en evidència aquesta bonica màxima del líder.
Almenys en l'acord aconseguit ahir entre PP i Vox, la dirigent popular ha arrencat un compromís “per eradicar els discursos masclistes que promoguin o justifiquin la violència contra la dona” i no hi ha cap punt conflictiu sobre els drets de la comunitat LGTBIQ+, ni dels immigrants. Això sí, hi ha punts que poden semblar conflictius, com ara el manteniment de la central d'Almaraz o la idea d'eliminar “qualsevol trava burocràtica en matèria climàtica que afecti la prosperitat o la llibertat dels extremenys”.
La crispació, el somriure forçat de Maria Guardiola ahir a l'hora de signar al pacte, semblava més aviat el somriure de qui signa la seva pròpia sentència de mort. Però ella, com Felipito Tatacún, segueix, i tot allò dels principis, la dignitat, etc, se l'ha empassat com un gripau, a qui ha privat de convertir-se per això en un príncep blau i, per tant, a ella en una princesa. Fi de la cita.
El que és clar és que l'acord d'Extremadura alinea el PP d'aquesta comunitat amb l'estratègia dels populars a la resta de comunitats on han pactat governs autonòmics amb Vox. A la direcció del PP li ha costat força esforç i desgast arribar a una trista conclusió: no els agrada pactar amb Vox, però si no hi ha més remei cal fer-ho. És un preludi del que pot passar el 23-J?
Lo bueno, lo cojonudo del caso, es que para saber esto no hace falta saber filosofía y largarse toda una asignatura de Ética y Sociedad, porque tanto los empiristas como los racionalistas sin necesidad alguna de saberlo, hacían como nuestros padres, o nuestros abuelos, apretón de mano y ya está.
ResponEliminaEste, y no otro, es el nivel de los políticos en general, donde lo que vale es solamente el poder, y cueste lo que cueste es el único objetivo. Es el valor de la palabra de ellos, en general, frente a la de la sociedad.
Mira el modélito que lleva la señora,no son unos vaqueros cualesquiera.Ni el arreglo personal,todo en ella tiene tufo de caro,muy caro.
ResponEliminaSánchez, tuvo que aguantar y tragar con Podemos,con separatistas y para colmo con los del mundo del terrorismo.Esta señora,va y dice,que no ,que no que no pasarán.Los votantes lo tenemos claro y sabíamos que pasaría. Ha pasado.
Amigo Carlos: no me sabe mal que sea del Pp, o del Psoe, o Sumar. Si es que me da igual. Sólo deseo que la palabra dada, o sea, la de esta señora, se cumpla. Si no hay problema. Ella dimite. Ponen al siguiente en su lugar y pacta con Vox, y ya está.
EliminaY esta señora se va con la cabeza alta y con su palabra en la mano, no en el bolsillo. Pero eso significa no estar en la poltrona, no cobrar 10.000 al mes, la Visa oro, el coche oficial, las cenas pagadas, las recepciones con las casa reales, la peluquería de alto standig...
¡le den por culo a la palabra¡...¡viva la política¡
Un abrazo
Estaba cantado que pactaría, ya se lo explicó el otro día en Madrid Esperanza Aguirre. O pactar o dimitir , y claro, aqui no dimite ni el Tato.
EliminaNo puedo evitar pensar en Marx, Karl no, el bueno, Groucho. Por aquellos de los principios en la política. Y ha sido un error grave por parte no de ella sino del PP que la ha forzado a este pacto. No han hecho más que envalentonar a VOX.
ResponEliminaAixò succeia mentre Feijóo reivindicaba el valor de la paraula: “Sense paraula no hi ha política”. Manda güevos.
Miquel,supongo que como yo,has pasado por varios trabajos en tu vida.En mi caso,la enseñanza tanto privada como en la estatal,la empresa industrial privada y a veces el pluriempleo.No me lo pensaba mucho,representaba mejoras,pero trabajo al final.El caso de los políticos es diferente,nadie quiere soltar un puesto,porque el sueldo es bueno ,el trabajo fácil, porque si prometes cosas y no se cumplen ,no pasa nada.No sé la solución.Asi que no me escandaliza lo de esta señora,ni lo de Sánchez
ResponEliminaTal como señalas, y lo haces bien, Carlos, poco a decir. Lo has dicho con lógica.
EliminaUn abrazo ...ojo al Sol...ostras, ya pega ¡
Estoy de acuerdo con vosotros, pero para mi lo que se escenifica en este acto de "donde digo Diego" es uno de los problemas endémicos de este sistema electoral y político nuestro, es que lo que prima por encima de las personas, en este caso de Maria Guardiola son los intereses de partido. Creo que no se trata de dimitir cuando te obligan a pactar con quien tú no pactarías, se trata de respetar dentro de una organización cada vez más totalitaria a la vista de lo que se ve, el derecho a disentir dentro de la organización. Digo que no se trata de dimitir, porque si la gente medio válida dimite, a esta Sra. no la conozco pero vamos a darle el beneficio de la duda, los partidos terminarán siendo el reducto de los trepas, lacayos del listo o dirigente de turno y entonces los que más vamos a perder somos nosotros, porque tendremos unos representantes como los que estamos teniendo, sometidos, sin personalidad, ni nada más que decir que Amén las directrices e intereses partidistas. Al menos ha salvado la ropa intentando defender sus postulados de cara al futuro, en una situación como la que vivimos, vamos a tener que conformarnos con mínimo, porque no hay más. La dignidad y la coherencia empiezan a ser valores tan escasos como inusuales, para recuperárlos tendríamos que tirar a la basura a la inmensa mayoría de nuestros políticos. Y sí, los pactos tal cual viene siendo norma, serán con lo peor de cada casa con tal de gobernar, sean del color que sean, lo ha hecho el PSOE, el PP y lo harán todos, por eso que se critiquen unos a otros por ello da la risa, si no fuera porque no tiene ninguna gracia.
ResponEliminaAbrazo graande y feliz primer finde de Julio!
El problema es que esta señora olvidó que estaba en un partido, y había que acatar las órdenes del mismo. Y es una lástima, si no hubiese pactado con VOX, habrían ido a unas nuevas elecciones y eso sería bueno para el Pp pero no para VOX, que ahora se han envalentonado. Si no hubiese sido tan tajante al principio, ahora no tendría que tragarse sus palabras y su orgullo.
EliminaBuen fin de semana de Julio.... , un abrazo.
Estoy con Francesc en lo que se habrían ido a unas nuevas elecciones, y seguro que el Pp hubiera salido beneficiado y además adecentado.
EliminaEl poder es guapo, rubio, alto, de ojos azules...y con pasta, coche de alta gama esperándote a la puerta con abridores vestidos de gala y un "pase usted" en la boca..¡cómo lo voy a dejar pasar¡
Un abrazo , María...un abrazo...Aún a mi edad, las veré de todos los colores...al tiempo
Estoy de acuerdo, por eso digo que la disciplina partidista a ultranza, a mi me parece un mal y si no cambian y aprenden a respetar al disidente, todos los buenos huirán como de la quema de ellos ¿ qué nos va a quedar ? lo que tenemos ahora toda la morralla . Un abrazo grandísimo para los dos !!!
ResponEliminaDe esto se queja siempre Daniel, el correcaminos, de las listas cerradas, con listas abiertas e independientes, igual la cosa funcionaba algo mejor. Eso me lleva a porque tiene que haber tantos parlamentarios, que salvo error votan al dictado de su jefe de filas. Y puesto que las comisiones de investigación no sirven tampoco para nada, podríamos ir quitando unos cuantos de los casi 400 que hay ahora en el Congreso, y por supuesto suprimir el Senado, que no es más que un cementerio de elefantes y elefantas.
ResponEliminaUn abrazo de finde.