La necessitat de posar en marxa mesures d‟adaptació al canvi climàtic ha quedat de manifest després de la tragèdia meteorològica que ha deixat més de 200 morts a València. El director científic del Centre en Resiliència Climàtica (CRC), Carles Ibáñez, creu que la reconstrucció de la zona després del pas de la DANA serà una bona oportunitat per engegar noves idees i estratègies que evitin que el drama es repeteixi. Segons el parer de l'expert, les autoritats han ignorat durant dècades el problema de la circulació de l'aigua a l'hora de planificar el territori, cosa que ha propiciat les condicions perquè es produís el pitjor escenari possible després de les pluges torrencials. Mesures com aclarir les zones per on circula l'aigua, construir amb criteris de resiliència o aplicar zones de sobreeixidor que es puguin habilitar en cas d'emergència són algunes de les seves propostes. I sobretot, escoltar la veu dels experts a l'hora de prendre decisions en què tots ens juguem el nostre futur. A eldiario.es l'han entrevistat.
Viendo el nivel de destrucción, habrá que realojar a mucha gente ¿Tenemos los primeros refugiados climáticos en España?
Bueno, serían en todo caso refugiados climáticos temporales, porque, en sentido estricto, el término alude a quienes no pueden seguir en el lugar de origen por siempre. Y entiendo que en este caso es una evacuación temporal.
Cuando empiece la reconstrucción, ¿qué medidas estructurales se deben tomar para proteger a los habitantes de esta zona en el futuro?
Lo más prudente es aprender de lo ocurrido, analizar bien qué zonas se han visto afectadas y por qué. Y, a partir de aquí, tomar decisiones a la hora de reconstruir infraestructuras que permitan que la próxima vez que ocurra el agua tenga más espacio para fluir. Medidas adicionales como, por ejemplo, crear zonas en las que se pueda desviar el agua de forma intencionada en caso de crecida, fuera de las ciudades. Esto se ha hecho en el Misisipí, donde hay zonas que se pueden abrir para que el terreno absorba el agua. Incluso ha habido ocasiones en que se han dinamitado diques para que el agua se fuera hacia los campos y no destruyera la ciudad. Se puede tener previsto y organizado de modo que haya zonas donde permitir que el desborde del río sea controlado. Y también cambiar la gestión del territorio, tanto urbano como no urbano, para mejorar la infiltración del agua en caso de lluvia. En Estados Unidos ha habido ocasiones en que se han dinamitado diques para que el agua se fuera hacia los campos y no destruyera la ciudad
Porque las zonas asfaltadas no absorben el agua y agravan el problema, ¿verdad?
Sí, claro, pero incluso en las zonas agrícolas se puede mejorar la forma en que se gestiona el suelo, que habitualmente se compacta mucho, mediante técnicas de agricultura regenerativa que permiten más infiltración de agua. Consiste en esponjar la tierra, mejorar los aterrazamientos y técnicas para la cosecha de agua, que implica hacer surcos siguiendo curvas de nivel… Se puede incluso utilizar modelos con IA para diseñar bien sobre el territorio qué medidas se podrían aplicar para limitar al máximo la crecida y que el pico sea lo más reducido posible.
Viendo imágenes de las viviendas en el barranco de Chiva, parece difícil que no se vuelva a repetir el drama. ¿Habrá que despejar algunas zonas de edificios?
Bueno, depende. La adaptación al cambio climático es muy local. O sea, los principios son generales, pero lo que hay que hacer en cada sitio es diferente. Si hay sitios donde realmente hay tan poco espacio que si se quiere evitar, hay que tirar atrás las infraestructuras, hay que darle más espacio. Si no, hay que asumir las consecuencias de que puede volver a ocurrir, y sobre todo tener sistemas de alerta más eficientes. En algunos casos será recomendable mover carreteras un poco más adentro, mejorar algunos puentes para hacerlos más resistentes y con más paso…
Hay que ver en cada caso cuál es la mejor solución y hacer un balance de costes y beneficios sobre lo que implica invertir contra no hacerlo, en términos de costes económicos y en vidas humanas. Porque ¿cuánto vale una vida humana? Si quieres minimizar el riesgo de pérdida de vidas humanas, tienes que aumentar la inversión económica en prevención, ya sea en alertas o en rediseño del territorio y de las infraestructuras.
Aspecto de la rambla del Poyo, en Chiva, antes de las inundaciones Wikimedia Commons
¿Cuál ha sido aquí el principal problema estructural que ha producido más muertes?
El problema básicamente es que hemos tenido una lluvia muy intensa, muy poco frecuente, de 500 litros por metro cuadrado, en una zona muy densamente poblada, el área metropolitana de Valencia. Si hubiera ocurrido en una zona más rural, los daños habrían sido mucho menores. Se ha juntado una casuística muy negativa que por suerte no siempre es así, pero ha ocurrido el peor escenario que podemos imaginar.
En muchos sitios inundados no llovía, ¿la población tiene clara esta posibilidad de que el agua te llegue aunque no llueva en tu barrio?
Bueno, se olvida un poco la memoria histórica. No es fácil tener presente esto. Lo que es importante es poder tener alertas y que la gente haga caso. Tienes que creerte que si te la dan una alerta de que puede venir una inundación, esto puede ocurrir aunque no haya llovido. Si no te crees a las autoridades es difícil que la gente pueda tener prevención efectiva, pero ahí lo que hace falta es mucha pedagogía para explicar que esto puede ocurrir. Al final, es un tema de educación e información para que seamos conscientes de estos peligros. Si no te crees a las autoridades es difícil que la gente pueda tener prevención efectiva
¿Qué elementos concretos de la configuración urbana han empeorado la situación?
Bueno, lo plantearía al revés. Te diría que la planificación del territorio y urbana hasta ahora simplemente ha ignorado el problema de la circulación del agua y las implicaciones en este tipo de catástrofes. Si miras con detalle cómo está construido el territorio, se ve que desde los años 60 o antes se ha ido construyendo de una forma desordenada, sin una previsión, sin tener en cuenta esta realidad, que ya existía de antes, aunque lo único que ha ocurrido es que es está acentuando con el cambio climático. Se ha producido un cúmulo de decisiones en la línea de restringir cada vez más el paso del agua y, por lo tanto, aumentar los riesgos. En realidad, aún estamos en esta fase, porque revertir esto es complicado y es caro, pero lo cierto es que no hemos tenido en cuenta esta realidad a la hora de construir y planificar.
Una mujer observa varias casas dañadas en Chiva tras la DANA que ha asolado el sureste español. Kai Försterling / EFE
¿Tenemos una oportunidad de reconstruir estas zonas destruidas de Valencia con un criterio nuevo que sirva de ejemplo?
La magnitud de la catástrofe debería servir para tomar decisiones diferentes y hacer las cosas de otra forma, que sirva como ejemplo para otras zonas en riesgo, que tenemos identificadas y sabemos que debemos actuar en esta línea. Sería una buena oportunidad para implementar otra planificación más adaptada al cambio climático, más adaptada a la realidad del Mediterráneo donde vivimos y sería un mensaje muy positivo desde las administraciones.
Se ha ignorado la ordenación del territorio, se ha dado un cúmulo de decisiones para restringir cada vez más el paso del agua y, por lo tanto, aumentar los riesgos
¿Qué principio básico debería seguir esa reconstrucción?
Hay que ir de lo más general a lo particular. Primero, tener clara la orografía del terreno. Ya tenemos la información de cómo puede llegar a moverse el agua. Las alertas de inundación, de hecho, se toman por estos riesgos de hidrología, tenemos modelos que simulan qué fuerza puede tener el agua e identifican esas zonas inundables. Hay que partir de esos modelos para evaluar mejor los riesgos y los impactos en caso de crecidas, ahí quizá haya que hacer un trabajo más profundo de evaluación y priorizar qué inversiones son más rentables a la hora de evitar daños y pérdidas humanas.
¿Habrá que hacer casas con un diseño defensivo contra el impacto del agua, como se hace con los puentes?
Seguro que los hay, como el diseño de muros de protección, que puedan tener una forma o una rugosidad y una capacidad de absorber agua. Habrá que adoptar tanto soluciones basadas en la naturaleza como de ingeniería, en zonas urbanas y fuera de ellas. Eso implica tener previstos espacios agrícolas y que en caso de inundación habrá que dar una compensación para los propietarios, pero también zonas de humedal o zonas de bosques de ribera que, si son suficientemente anchas, reducen la velocidad del agua. Todo esto requiere sobre todo espacio y cambiar la filosofía de la planificación del territorio. Habrá zonas en las que habrá que rediseñar infraestructuras para que sean más resistentes a la inundación o a la velocidad del agua
¿Se están recibiendo ayudas de la UE para la adaptación al cambio climático? ¿Dónde están yendo?
Está entrando dinero, sí, pero no suficiente y quizá no suficientemente bien priorizado. Creo que hay que hacer un análisis global de diferentes tipos de medidas y priorizar las inversiones, además de hacer un buen seguimiento de cómo se realizan estas intervenciones. A veces puede ser más efectivo crear espacios de inundación o construir humedales que permeabilizar un asfalto de medio kilómetro cuadrado, que puede ser muy interesante y muy bonito como experiencia piloto, pero sin ningún efecto real si no se hace a una escala inmensa. Hay que implementar las medidas más eficaces, más baratas y más masivas. Ahí creo que es donde estamos quizá fallando, no se está teniendo esta visión más global para tener inversiones más efectivas en la adaptación.
¿Necesitaremos un PERTE de adaptación climática?
Correcto. Y que los fondos estructurales estén más claramente dirigidos. Que estén más guiados por los expertos a la hora de validar esas soluciones.
¿Sería interesante poner altavoces en las calles que avisen a la gente, como hacen en Japón con las alertas de tsunami?
La alerta que llega a los teléfonos móviles en principio es un mecanismo adecuado, aunque siempre cuantas más medidas se tomen, mejor. También avisos por las radios. Pero, sobre todo, la concienciación de la población de que hagamos caso cuando esta alerta llega, aunque después puede que no ocurra nada, porque por eso se llama prevención.
¿Minar la credibilidad de los científicos cuesta vidas?
Sí, lo que ocurre es que estamos en esta sociedad de la posverdad, en la que la opinión en temas técnicos de cualquier persona vale lo mismo que la de un experto que ha dedicado miles de horas a estudiar el tema. Ahí sí que tenemos un problema como sociedad, sobre todo es importante que las administraciones tengan cada vez más en cuenta el criterio de los expertos, evidentemente escuchando la opinión de ciudadanía, pero hay cosas que si las pasamos al terreno de la opinión es peligroso. Porque en medioambiente todo el mundo opina y dice lo que hay que hacer, pero imagina si para construir un edificio preguntamos a los ciudadanos en vez de a los arquitectos, o que empecemos a opinar de una operación. ¿Verdad que sería absurdo? Hay que cambiar el chip, lo que no significa confiar ciegamente en los expertos, pero sí asegurarnos de que el conocimiento existente se utiliza de la forma más adecuada.
Que el coche no es un sitio seguro es algo que ya deberíamos saber, hay que hacer mucha pedagogía
En algunas de estas poblaciones sacudidas por la DANA, mucha gente quedó atrapada porque tenían la costumbre de bajar a sacar el coche de los garajes. ¿Habrá que hacer campañas para informar mejor a la población de estos riesgos o de que el coche no es un lugar seguro?
Creo que hay que hacer mucha pedagogía para concienciar a la gente de que hay casos extremos donde la lógica normal no aplica. Es verdad que, como ocurre muy poco y no hay memoria histórica, es difícil que la gente tenga claro qué es lo que hay que hacer. Que el coche no es un sitio seguro es algo que ya deberíamos saber, el problema es a partir de qué momento es prudente ir a moverlo, y eso sí que es una cuestión complicada de aprender. Pero sí, creo que los expertos deberían explicarlo mejor.
¿Necesitamos hacer campañas de televisión?
Seguro que hay que hacerlas, pero sobre todo enviar mensajes claros para que la gente, en situación de pánico, tenga muy claro cómo reaccionar. Porque se nos nubla el razonamiento y a lo mejor ni te acuerdas de qué hay que hacer. Por eso hay que hacer ensayos de planes de evacuación, ese tipo de cosas que ayudan a grabar en la memoria cómo proceder.
Si no hubiésemos ocupado los espacios de los ríos, no habría ocurrido todo esto
¿Se podría plantear la construcción de refugios, como lugares en altura bien equipados donde esperar a que pase la riada?
Bueno, siempre y cuando tengas tiempo de reaccionar. Porque lo más fácil es subir más arriba en tu propia casa. Y, desde luego, nunca bajar al sótano. Después, si en las ciudades hay zonas más altas para poder ir en caso de inundaciones, eso es bueno, sobre todo para que una vez pasado el peligro la gente sepa dónde están las zonas más seguras a las que dirigirse. Pero hay que dejar claro en qué momento conviene o no salir de casa, porque muchas veces lo más prudente es no salir.
Como experto, ¿qué aprendizaje cree que podemos sacar de esta tragedia?
El mensaje más general es que hay que tomarse en serio el cambio climático. Es algo que ya tenemos aquí y los efectos humanos, económicos y ambientales son muy graves. Esto se está acelerando y es solo un adelanto de lo que puede venir en el futuro. No nos tomemos en broma este tema, porque hay mucha opinión desinformada intentando negarlo o minimizarlo, y eso es muy grave. Al mismo tiempo, hay que recalcar que no todo es culpa del cambio climático, porque entonces, como es culpa de todos, nadie se responsabiliza. Como la mala planificación urbanística, cosas que heredamos del pasado que hay que abordar. Porque, si no hubiésemos ocupado los espacios de los ríos, no habría ocurrido todo esto.
* last
* last
El professor Teodoro León Gross escriu al seu darrer llibre (La mort del periodisme) una frase preocupant: “El polític sap, o hauria de saber, que sempre li anirà millor el caos superficial de les xarxes socials que el vell ordre del periodisme”. Queda enrere l'adagi de Thomas Jefferson: “Si hagués de triar entre escollir un govern sense premsa o una premsa sense govern, no dubtaria a triar el segon”. Fa dos segles, amb una frase així s'arribava a president dels Estats Units, avui no donaria ni per ser regidor en un poble del desert de Mojave.
Al seu llibre, León Gross cita un autor americà, anomenat Ben Smith, que va avisar: “A Twitter/X només quedem periodistes i polítics depravats cridant-nos els uns als altres”. Segurament per això, un altre il·lustre col·lega com Álex Grijelmo acaba de publicar La perversió de l'anonimat, on critica que a les xarxes el personal pugui anar encaputxat, ja que l'anonimat encoratja la pederàstia, recluta terroristes, estafa persones indefenses i afavoreix l'insult, la difamació i la mentida. Grijelmo aporta una possible solució per regular l'anonimat a la xarxa: “Seria semblant a la matrícula d'un cotxe: no posa el teu nom, però la policia pot saber qui ets si comets una infracció”. Sens dubte, una gran idea que segur que no convenceria Elon Musk, que ven la il·lusió de la llibertat quan ha aconseguit que X sigui l'al·lusió permanent a l'odi.
Mentrestant: L'àrea metropolitana de la tercera capital espanyola va ser notícia a The New York Times per la quantitat ingent de morts d'una catàstrofe inaudita. Un Estat protector, proper a la seva gent, no els ho pot permetre i, en aquest sentit, la fallada de sistema afecta totes les administracions implicades, autonòmiques o no. Mentre esperem el futur terror de Trump resant per Kamala Harris, la majoria dels mortals anota que els polítics i les seves coses són el principal problema d'Espanya. Les inundacions a València ho han constatat.
* last
Vivim dies de gran exageració, de desconcert. Les desgràcies són reals i molt doloroses, però hi són, i això no és exageració. Hi ha centenars de cadàvers a València, milers de persones que s'han quedat sense res, un panorama desolador que per més que ho intentem no podem concebre, només intuir. I com que ni les coses es resolen amb la diligència que voldríem, ni les autoritats expliquen clarament a què és deguda aquesta manca de diligència, concloem que Espanya és la vergonya d'Europa, i no és així, ni Espanya ni Valencià, només ho és la deixadesa de Mazón.
Com que les exageracions són aviat substituïdes per altres exageracions, el que queda és el to, mentre el contingut varia. L'exageració acaba avorrint l'espectador, davant la desesperació dels ciutadans enrabiats, desemparats, menyspreats. I a sobre hi ha la visita Reial i Presidencial d'ahir. Era oportuna o inoportuna?. De fet, és igual, si hi van són criticats per anar-hi i si no hi van són també criticats per no anar-hi. Comentava ahir que sorprenentment només va resultar agredit Pedro Sánchez, i ja sabem per qui, no es podia saber que seria el grup Revuelta, un grupuscle d'extrema dreta que a més se'n vanten al seu Chat
I després vindrà el problema real, a mitjà i llarg termini, aquestes poblacions que han quedat arrasades com Paiporta, Sedaví o Aldaia, cal reconstruir-les o desconstruir-les?, perquè, de què servirà reconstruir si el barranc del Poyo, o altres, dels que no se sap d'aquí a quant de temps les tornarà a arrasar una altra vegada. Cal ser inconscient per no veure-ho, màxime quan en aquest cas, fer el correcte (deconstruir) en una zona NO INUNDABLE, surt més barat que reconstruir en una zona INUNDABLE, i més útil.
A la Creu Alta ens acaba d'arribar l'alarma, a penes plou, i no estem en zona inundable, si envien alarmes cada vegada que caiguin quatre gotes, la gent acabarà no fent-los cas, i el fotut és el que el dia en què en comptes de quatre gotes en caiguin mil, aquell dia no sonarà l'alarma. Piove porco governo, no piove porco governo.
* last
A mesura que la revolució de la intel·ligència artificial s'accelera, ens veiem bombardejats per visions utòpiques i, alhora, per profecies apocalíptiques. És difícil avaluar la magnitud de l'amenaça, perquè estem condicionats per témer l'escenari perillós. La ciència ficció ens ha advertit una vegada i una altra sobre la Gran Rebel·lió Robòtica. Són moltes novel·les i pel·lícules de ciència ficció (com Terminator i Matrix) on les IA i els robots decideixen apoderar-se del món, rebel·lar-se contra els seus amos humans i esclavitzar o destruir a la humanitat. És força improbable que una cosa així passi en un futur proper. No hem arribat a aquest nivell tecnològic. Ara com ara, les IA són “idiotes savis”. Poden dominar alguns àmbits molt circumscrits com jugar als escacs, plegar proteïnes o compondre textos, però no tenen la intel·ligència general necessària per dur a terme activitats molt complexes, com ara construir un exèrcit de robots i aconseguir el control d'un país.
Per desgràcia, la improbabilitat d'una Gran Rebel·lió Robòtica no vol dir que no hi hagi res a témer. Perquè no són els robots assassins els que ens haurien de preocupar, sinó els buròcrates digitals. El procés , de Kafka, és millor guia que Terminator a la distòpia de la IA. Els éssers humans hem acabat condicionats per milions d'anys d'evolució a témer depredadors violents com el representat a Terminator. En canvi, ens costa molt més entendre les amenaces burocràtiques perquè la burocràcia és un desenvolupament molt tardà en l'evolució dels mamífers i fins i tot dels humans. La nostra ment està preparada per témer la mort causada per un tigre, però no la mort causada per un document. La burocràcia va començar a desenvolupar-se fa només uns 5.000 anys després de la invenció de l'escriptura a l'antiga Mesopotàmia. Tanmateix, en poc temps va transformar les societats humanes de manera radical i inesperada.
'El procés' de Kafka guia millor a la distòpia de la IA que 'Terminator'. Considerem, per exemple, l'efecte exercit pels documents escrits i els buròcrates responsables de la gestió sobre el significat de la propietat. Abans de la invenció dels documents escrits, la propietat depenia del consens comunitari. Si algú “posseïa” un camp, significava que els veïns estaven d'acord, de paraula i en les accions, que aquest camp era seu. No construïen un habitatge en aquest camp, ni collien el que produïa, a menys de disposar permís per fer-ho. La naturalesa comunitària de la propietat limitava els drets individuals. Per exemple, els veïns podien estar d'acord que algú tenia el dret exclusiu a conrear un camp determinat, però no reconeixien el dret a vendre'l a estrangers. Alhora, el fet que la propietat fos qüestió de consens comunitari també obstaculitzava la capacitat d'unes autoritats centrals llunyanes per controlar la terra. En absència de registres escrits i burocràcies complexes, cap rei podia recordar qui posseïa quin camp en centenars de llogarets remots. Per això, als reis els resultava difícil recaptar impostos, cosa que alhora els impedia mantenir exèrcits i forces policials. I llavors es va inventar l'escriptura, a la qual cosa va seguir la creació d'arxius i burocràcies. Al principi, la tecnologia era molt senzilla. Els antics buròcrates mesopotàmics feien servir petites canyes per gravar signes en tauletes d'argila, que eren en realitat trossos de fang. Tot i això, en el context dels nous sistemes burocràtics, aquests trossos de fang van revolucionar el significat de la propietat. De cop i volta, posseir un camp va passar a significar que en una tauleta estava escrit que algú era el propietari d'aquest camp. Si els veïns d'una persona feia anys que recollien fruita en aquest lloc i cap d'ells havia afirmat mai que la porció de terra fos d'aquella persona, però aquesta persona aconseguia presentar un tros de fang oficial que digués que n'era el propietari, aleshores podia fer valer la seva reclamació davant dels tribunals.
A la inversa, si la comunitat local reconeixia que algú era propietari d'un camp, però cap document no li atorgava un segell d'aprovació oficial, aleshores no li pertanyia. El mateix segueix sent cert avui, tret que els nostres documents essencials estan escrits en trossos de paper o xips de silici i no en argila. Quan la propietat es va convertir en una qüestió de documents escrits i no de consentiment comunitari, la gent va poder començar a vendre els camps sense demanar permís als veïns. Per vendre un camp, n'hi havia prou de transferir aquesta decisiva tauleta d'argila a una altra persona. Tot i això, també significava que la propietat ja podia ser determinada per una burocràcia llunyana encarregada d'elaborar els documents pertinents i potser de conservar-los en un arxiu central. S'obrí així el camí per a la recaptació d'impostos, el pagament d'exèrcits i l'establiment de grans estats centralitzats.
El document escrit va canviar la manera com el poder s'exercia al món i va donar una enorme influència a buròcrates com els recaptadors d'impostos, els responsables de pagaments, els comptables, els arxivers i els advocats. Ells s'han convertit en els fontaners de la retícula d'informació; i, per bé o per mal, controlen el moviment dels impostos, els pagaments i fins i tot els soldats amb la gestió de documents, formularis, normatives i altres procediments burocràtics.
Aquest és el poder que ara la IA està a punt de conquerir. La burocràcia és un entorn artificial on el domini d'un àmbit circumscrit és suficient per exercir una enorme influència al món en general, mitjançant la gestió del flux de la informació. Si deixem anar una IA actual al nostre desorganitzat i desestructurat món, és probable que no sigui capaç d'aconseguir gran cosa i, per descomptat, no serà capaç d'aixecar un exèrcit de robots. No obstant, això seria com deixar anar un advocat corporatiu en una desorganitzada i desestructurada sabana. En aquest lloc, les habilitats de l'advocat no significarien res ni serien res davant d'un elefant o un lleó. Ara bé, si primer creem un sistema burocràtic i ho imposem a la sabana, l'advocat es tornarà molt més poderós que tots els lleons del món junts. Avui dia, la pròpia supervivència dels lleons depèn d'advocats que redacten i mouen documents per unes burocràcies laberíntiques. I un aspecte crucial és que, a l'interior d'aquest laberint, la IA probablement arribarà a ser molt més poderosa que qualsevol advocat humà.
En els propers anys, milions de buròcrates tecnointel·ligents prendran un creixent nombre de decisions sobre la vida no només dels lleons, sinó també dels éssers humans. Els banquers artificials decidiran si concedeixen o no un préstec. Les IA del sistema educatiu decidiran qui és admès a la universitat. Les IA de les empreses decidiran a qui donen una feina. Les IA del sistema judicial decidiran si algú és enviat o no a la presó. Les IA militars decidiran la casa de qui bombardegen. Aquestes tecnointel·ligències no són necessàriament dolentes. És molt possible que contribueixin que els sistemes funcionin amb molta més eficàcia i fins i tot justícia. Podrien proporcionar-nos una atenció sanitària, una educació, una justícia i una seguretat superiors. Això no obstant, si les coses es torcen, els resultats podrien ser desastrosos. I, en alguns àmbits, les coses ja s'han torçat. Potser l'exemple més revelador fins ara és la història dels algorismes de les xarxes socials. Aquestes IA primitives ja han remodelat el món i han exercit una enorme influència a la societat humana. Als algorismes de companyies com Facebook, X, YouTube i TikTok se'ls va encomanar un objectiu molt circumscrit, perfecte per a “idiotes savis”: augmentar el temps de permanència dels usuaris. Com més temps passessin els usuaris a les xarxes socials, més diners guanyarien les corporacions. A la recerca de la permanència dels usuaris, els algorismes van fer un descobriment perillós. Experimentant amb milions de conills humans, els algorismes dels mitjans socials van aprendre que la cobdícia, l'odi i la por augmenten la permanència dels usuaris. Quan es prem el botó de la cobdícia, l'odi o la por a la ment d'un ésser humà, es capta la seva atenció i se'l manté enganxat a la pantalla. Per tant, els algorismes van començar a difondre deliberadament cobdícia, odi i por. Aquesta és una de les principals raons de l'actual epidèmia de teories conspiratives, notícies falses i disturbis socials que soscaven les societats a tot el món. Els algorismes de les xarxes socials són unes IA limitadíssimes incapaços de sobreviure a la sabana o organitzar un Gran Rebel·lió Robòtica; però, al si de l'estructura burocràtica de les plataformes dels mitjans socials, aquests “idiotes savis” exerceixen un poder enorme, abans reservat als éssers humans.
No és casual que la IA s'apliqui a la redacció de notícies. Durant segles, els directors dels diaris han decidit què incloure a les portades de la premsa i, després, als informatius de la ràdio i la televisió, i han configurat amb això el debat públic. Això els va convertir en figures poderoses. Jean-Paul Marat va modelar el curs de la Revolució francesa des de la direcció de l'influent periòdic L'Ami du Peuple. Eduard Bernstein va modelar el pensament socialdemòcrata modern dirigint Der Sozialdemokrat. El càrrec més important ocupat per Vladímir Lenin abans de convertir-se en dictador soviètic va ser el de director d'Iskra. Benito Mussolini va guanyar fama i influència com a director de l'incendiari periòdic de dreta Il Popolo d’Itàlia. Resulta curiós que una de les primeres feines del món a ser automatitzada per les IA no hagi estat la de taxista o treballador tèxtil, sinó la de redactor de notícies. El treball antany realitzat per Lenin i Mussolini és ara susceptible de ser exercit per les tecnointel·ligències. Els estralls causats per aquests editors de notícies algorítmics sobre les societats humanes són un senyal d'alarma. El món humà és una retícula de burocràcies múltiples on les IA poden acumular un poder enorme per més que siguin totalment incapaços d'organitzar la Gran Rebel·lió Robòtica. Per què cal rebel·lar-se contra un sistema, quan és possible prendre el control des de dins? - Yuval Noah Harari
* last