Quan la premsa nord-americana va començar a esmentar -l'any 2003- la «teoria del caos», la Casa Blanca va respondre parlant d'un «caos constructiu», fent entendre amb això que es procediria a la destrucció de les estructures opressores perquè la vida pogués brollar sense obstacles. Però ni Leo Strauss, ni el Pentàgon havien utilitzat mai aquella expressió. Al contrari, segons ells, el caos havia de ser de tal magnitud que res pogués estructurar fora de la voluntat del Creador del Nou Ordre, Estats Units.
El principi d'aquesta doctrina estratègica es pot resumir de la següent manera: la manera més fàcil de saquejar els recursos naturals d'un país per llarg temps no és ocupar aquest país sinó destruir l'Estat. Sense Estat, no hi ha exèrcit. Sense exèrcit enemic, no hi ha risc de ser derrotat. Així que l'objectiu estratègic de l'exèrcit dels Estats Units i de l'aliança que dirigeix -l'OTAN- és única i exclusivament la destrucció dels estats. I el que passi amb les poblacions dels països que són blanc d'aquesta estratègia... no preocupa a Washington.
Aquest projecte resulta inconcebible per als europeus que, des dels temps de la guerra civil anglesa, estan convençuts -des de la publicació de Leviatan, el llibre de Thomas Hobbes- que és preferible renunciar a certes llibertats, i potser acceptar fins i tot un Estat tirànic, a veure's sumit en el caos.
Han llegado incluso a calcular el índice de paro necesario para que la población no pida demasiado al estado por miedo a quedarse sin trabajo, y que al mismo tiempo sea soportable a las arcas del país en cuestión de protección. Lo hizo nuestra célebre Primera Ministro inglesa Margaret Hilda Thatcher.
ResponEliminaSe llegó a la conclusión de que para Inglaterra, lo más cómodo era un paro del 9 al 11% de la población activa. Menos parados causaba inflación por el consumo, pedían más sueldo y hacían más huelgas. Eso deterioraba al país; más parados significaba que eran demasiado onerosos de mantener, habrían manifestaciones y causaban un lastre para el estado, y eso...deterioraba al país.
Salut
Bueno, en el fondo es el neoliberalismo salvaje, tan en vigor aún. El capitalismo reinventado.
EliminaQuiero que el paro crezca hasta alcanzar de una puñetera vez el 100% de la población (ahí os quiero ver, explotadores).
ResponEliminaQue el índice Nikkei sea el dedo del trabajador nipón señalando la salida definitiva de la fábrica.
Quiero que el capital no sea la capital del mundo nunca más.
Que las voraces Bolsas se vacíen, que se colmen las de los desheredados y que los parquets se conviertan en parques.
Que el Mercado Bursátil se derrumbe y el de abastos vuelva a ser cotidiana celebración del alimento compartido.
Quiero que todos los días sean fiesta de no guardar nada.
Quiero que el tiránico hormigón sea vencido por una bandada de pompas de jabón.
Quiero que se fundan alambradas, llaves y cajas fuertes en la fragua de los puentes.
Que las cifras se rindan incondicionalmente a la necesidad y que devuelvan al hambre su pan y al pan su miga.
Quiero que el suelo devore las alfombras y los caracoles las escaleras.
Quiero al pueblo presente, sin representantes.
Quiero que la vida ascienda por su propia savia y que las coronas caigan por su propio peso.
Quiero que la agujereada tierra devuelva sus heridas a los bombarderos y a los acorazados.
Quiero que la altura de miras no sea un mirar desde la altura.
Quiero que la necesidad, la urgencia y la poesía no sean meras palabras.
Loam (Quiero)
Poética utopia de Loam, y quisiera recordar que las utopías de ayer son la realidad de hoy y el desengaño de mañana.
Elimina¿Queda algo de lo que pasa, amor? Algo queda.
EliminaDe las estrellas de anoche
que borró la mañana
huellas hay entre la yerba,
no sé qué letras de plata,
para que tú las leas.
Algo de lo que pasa,
amor, algo queda.
La rana misma que ahora
ha saltado a la charca,
zas, se fue, pero nos deja
onda tras onda en el agua:
nunca sabrás la cuenta.
Algo, algo de lo que pasa,
amor, algo queda.
Al aire, apenas decirla,
se voló la palabra:
eco y eco de ella ruedan
sin fin perdiéndose tras las nubes y las estrellas.
Algo, amor, de lo que pasa,
algo queda.
Y del amor que en tus labios
una vez palpitara,
eco y onda y clara seña
laten y alientan y granan
donde ni tú lo sepas.
Algo queda de lo que pasa,
amor, amor, algo queda.
Agustín García Calvo
Y tú, poeta, ¿no crees que algo queda?
quedan unos pocos recuerdos tergiversados, aunque con el paso de los años aumentan, son más nítidos y más atrás en el tiempo.
EliminaTan solo queda polvo en el viento.
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