CANCION DEL EMIGRADO
En ciudades ajenas venimos al mundo
y las llamamos patria, más breve es
el tiempo concedido para admirar sus muros y sus torres.
Caminamos de este a oeste, ante nosotros rueda
el gran aro del sol
ardiente, a través del cual, como en el circo,
salta ágilmente un león domado. En ciudades extrañas
contemplamos las obras de viejos maestros
y, sin asombro, en añejos cuadros vemos
nuestros propios rostros. Habíamos existido
antes, e incluso conocíamos el sufrimiento,
nos faltaban tan solo las palabras. En la iglesia
ortodoxa de París, los últimos rusos blancos,
encanecidos, rezan a Dios, varios lustros
más joven que ellos y, como ellos,
impotente. En ciudades ajenas
permaneceremos, como los árboles, como las piedras.
"Banderas, abrigos donde naciones
ResponEliminacansadas, negras por falta de sueño, vivaquean,
banderas, arrugadas sábanas de héroes,
banderas, dejad ya de taparnos los ojos".
Poema Banderas, del poemario Tierra de fuego. Adam Zagajewski
Hago mía la frase de Theo Angelopoulos sobre banderas: "No iré a ninguna manifestación nacionalista, bajo bandera alguna. Sé que esta opción me predispone a ser la primera víctima. Porque soy siempre y en todas partes un extranjero."
ResponEliminaYa sabes que a las banderas les llamo trapos. Pero suele ser causa de ofensa para quien me lee, así que lo dejaremos en pendones.
ResponEliminaSalut
No hi havia el pendón de CASTILLA y LEÓN?
Elimina